Queda ya menos de un día para el desalojo previsto este jueves 30 de noviembre a primera hora de El Kubo y La Ruïna, las dos fincas okupadas en la plaza Bonanova de Barcelona, y vecinos, comerciantes y escuelas de la zona han preparado medidas para protegerse ante posibles altercados. Se espera máxima tensión, pues los okupas han convocado movilizaciones a partir de las seis de la mañana -saldrán a las cinco y media desde Uri Caballero, en Vallcarca- y han amenazado con "responder con toda la furia". "Si el Kubo y la Ruina caen, el barrio arderá", han afirmado a través de las redes sociales.
Josep Maria López Ciré, presidente de la Associació de Veïns de Sant Gervasi de Cassoles, ha explicado que le llamaron los Mossos d'Esquadra y le pidieron que avisara a los vecinos de que eviten acercarse a la plaza Bonanova este jueves "por si hay lío". También le contaron que están previstas "alteraciones en el tráfico" y le advirtieron de que "posiblemente el desalojo se alargará todo el día".
"Ya era hora de que desalojen", ha apuntado, pues los vecinos piden que cuando los edificios queden vacíos, se destinen a construir un nuevo Centro de Atención Primaria (CAP) en el barrio, situado en la zona alta de Barcelona.
En cuanto a los comerciantes, algunos están valorando la posibilidad de no levantar su persiana este jueves. En una tienda de ropa de la zona, que prefiere mantenerse en el anonimato, una trabajadora ha explicado que aún no saben si abrirán o no. "Estamos esperando a ver qué pasa", ha dicho.
Fuentes de los Mossos d'Esquadra han confirmado que han hecho "gestiones" con vecinos y comerciantes para guiarles sobre cómo actuar. Han contado que el dispositivo policial previsto ante el desalojo se pondrá en marcha "a primerísima hora" y, aunque no han revelado sus detalles, han señalado que está previsto "perimetrar espacios concretos". Se aplicarán las medidas necesarias "para garantizar el orden público y la seguridad ciudadana", han asegurado. La Guardia Urbana también estará presente para cualquier requerimiento.
Por su parte, la dirección del colegio de La Salle Bonanova, próximo a la plaza, mediante un comunicado a la comunidad educativa, ha informado de que ha suspendido las actividades extraescolares y de piscina en el polideportivo previstas para este jueves.
Además, ha recomendado llegar hasta la escuela en transporte público, ante la previsión de que la circulación de vehículos por las vías adyacentes sea muy complicada.
Según ha indicado la dirección, la calle Sant Joan de La Salle quedará cerrada desde primera hora de la mañana, por lo que no será posible circular ni llegar al aparcamiento del polideportivo. Para adaptarse a la situación, se cerrarán los accesos a la escuela que dan a esta vía durante todo el día. Alumnos, familias y personal tendrán que entrar por el paseo de la Bonanova, 8 o por la calle Horaci.
La zona de la Bonanova donde están El Kubo y La Ruïna en máxima alerta: las casas están blindadas y los vecinos y comerciantes preocupados pic.twitter.com/Z7hDfrveUP
— 20m - Barcelona (@20mBarcelona) November 29, 2023
La concejala del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, Maria Eugènia Gay, ha considerado en una entrevista en Betevé que la decisión de La Salle de suspender las actividades extraescolares "es acertada, porque es mejor extremar las precauciones para los niños, ya que el desalojo se producirá en horario lectivo".
También ha llamado a la calma a los vecinos. "Les pedimos que estén tranquilos", ha dicho, y ha añadido: "Tenemos confianza absoluta en los Mossos d'Esquadra si tienen que intervenir, y estaremos muy pendientes de las repercusiones que esto pueda tener en la movilidad".
Los okupas de El Kubo y La Ruïna han blindado las puertas y ventanas con vallas y trastos para protegerse de los efectivos policiales. Tienen a su lado a varios sindicatos de viviendas y a agrupaciones como Barcelona Anarquista, entre otras, que se han adherido a la movilización que han convocado. "Os estamos esperando, malandrines", reza una pancarta colgada en La Ruïna.
Una okupación rodeada de controversia
Ambos edificios han estado rodeados de polémicas desde que hace años fueron okupados. Algunos vecinos han denunciado reiteradamente molestias e incivismo, mientras que otros aseguran no tener apenas problemas con los ocupantes. "Nosotros no tenemos ninguna queja aparte de alguna puntual por ruidos cuando hacen fiestas", ha asegurado el presidente de la Associació de Veïns de Sant Gervasi de Cassoles.
El Kubo y La Ruïna centraron especialmente la atención mediática y ciudadana la pasada primavera, en el contexto de la campaña para las elecciones municipales. Partidos como Valents, Ciutadans y Vox aprovecharon el descontento de algunos vecinos para convocar manifestaciones en la plaza Bonanova a favor de echar a los okupas.
A estas movilizaciones se unió la empresa Desokupa, compañía privada que se dedica al desalojo forzoso de inmuebles, y que caldeó todavía más el ambiente. Su portavoz, Dani Esteve, amenazó en repetidas ocasiones con que se encargarían ellos mismos de que los ocupantes se fueran. "Vamos a por vosotros, ratitas" o "No nos para ni Dios", fueron algunas de sus frases en esa época.
Como reacción a las amenazas, los colectivos a favor de la okupación convocaron manifestaciones en el mismo lugar, lo que ocasionó una gran tensión, aunque no se llegaron a originar altercados.
Ya hubo un intento de lanzamiento
El Kubo está okupado desde 2016 y La Ruina, desde 2019. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) explicó que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), propietaria de La Ruïna, presentó una demanda sobre la finca a principios de año, y en varias ocasiones pidió el desalojo "ante la escalada de tensión" en las inmediaciones de la plaza.
Respecto al Kubo, el edificio colindante -ambos están conectados-, el TSJC contó que estaba pendiente de una nueva fecha de desahucio después de que el 23 de marzo los Mossos intentaran desalojarlo por orden del Juzgado de Primera Instancia 3. Ese lanzamiento, sin embargo, se suspendió finalmente, ante la falta de "garantías de seguridad y eficacia".
La Sareb ha afirmado que se paralizó para "proceder al desalojo de ambos edificios de manera conjunta para garantizar la seguridad de la zona". Ese es el objetivo que tienen los Mossos este jueves.
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