La Seguridad Social tiene en su nómina a casi un millón de pensionistas que perciben una prestación de más de 2.500 euros al mes. Una cifra que supera con creces el salario medio del país, que rondaba los 2.130 mensuales el año pasado, según el INE. Además, de toda esa población, hay 450.000 personas que perciben una prestación superior a 3.000 euros mensuales, un umbral que no se había batido hasta 2023, cuando la pensión máxima se situó en 3.058 euros al aumentar la base máxima de cotización. Así se desprende de la última estadística de pensiones contributivas que ha publicado este martes el departamento que lidera la ministra Elma Saiz.

Aunque el número de pensionistas que perciben una prestación de más de 3.000 euros mensuales es relativamente reducido —apenas representan el 7% de todos los pensionistas para los que existen datos por tramo de renta— los gastos para el sistema son considerables. Este grupo de población suponen un coste de más de 1.363 millones de euros al mes para las cuentas de la Seguridad Social. 

En todo caso, es importante recordar que quienes perciben esta pensión tan elevada han cotizado más durante su carrera laboral, lo que les da derecho a una prestación inicial más alta cuando se jubilan. No obstante, estas personas obtienen un beneficio mayor de la revalorización de las pensiones conforme al IPC  —que se aplica a todos los españoles por igual— que las rentas más bajas en términos absolutos.

Cuestión de género

Entre la población jubilada hay 373.527 las personas que perciben la pensión máxima. Sin embargo, de ellos, el 80% son hombres, una diferencia abrumadora que se explica en su mayor parte por la incorporación más tardía de las mujeres al mercado laboral. La edad media de las pensionistas es de 73 años, una generación que salió al mercado laboral entre finales de los sesenta y principios de los setenta, cuando abrirse paso en un mundo de hombres resultaba más difícil.

La otra cara de la precariedad femenina está en el lado opuesto del espectro de la renta. Entre los jubilados que reciben una prestación igual o inferior al salario mínimo, dos de cada tres casos son mujeres. Tanto es así, que la pensión media de jubilación actual para una mujer es de 1.080 euros al mes, la misma cuantía que el salario mínimo interprofesional en vigor en 2023. 

La realidad cotidiana del sistema de pensiones se parece mucho más a este último caso. En España hay casi 4 millones de jubilados cuya pensión es igual o inferior al salario mínimo interprofesional. Un colectivo, formado en su mayor parte por mujeres y que supone alrededor del 40% de la población que percibe pensiones contributivas en España.

Los últimos datos difundidos por la Seguridad Social reflejan que la pensión media se situaba en noviembre de 2023 en 1.198 euros al mes, una cuantía que en el caso de las jubilaciones se alza hasta los 1.378 euros al mes. Los jubilados que entran al sistema con una pensión media inicial que ronda los 1.512 euros al mes.

Desde el punto de vista del gasto, el desembolso mensual en pensione contributivas alcanza los 12.100 millones, un 11,5% del Producto Interior Bruto Nacional. En el caso de noviembre —cuando se abona una de las dos pagas extra anuales— la factura crece hasta los 24.000 millones, al incorporarse 11.823 millones adicionales de la extra. El grueso de la nómina de las pensiones se sufraga gracias a las cotizaciones sociales que pagan los trabajadores afiliados a la Seguridad Social, pero estas no son suficientes para cubrir todo el gasto, por lo que el Estado tiene que completar lo que falta a través de recursos procedentes de los impuestos.

En total, en España hay 10.101.961 pensiones contributivas dadas de alta en el sistema, la gran mayoría de jubilación, que representan el 63% de todos los pensionistas, aunque suponen casi tres de cada cuatro euros de gasto.

Subida del 3,6% para 2024

La subida de las pensiones para 2024 se conocerá el próximo miércoles, cuando el INE hará público el dato de inflación correspondiente a noviembre. La revalorización de las pensiones se calcula haciendo la media del IPC interanual entre octubre del año anterior y el noviembre de referencia. A falta de que se conozca el dato del mes en curso, la media de los últimos once meses se sitúa en el 3,6% y difícilmente superará el 3,7%.

Con esas cifras en la mano, la pensión media subiría unos 50 euros al mes en 2024. Desde el punto de vista del gasto, el coste del blindaje del poder adquisitivo rondaría los 6.500 millones si se aplican los criterios del Banco de España, que estiman que por cada punto de inflación el gasto aumenta en 1.800 millones. 

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