Técnicos de la Unión Europea han registrado las oficinas de Glovo en Barcelona por presuntamente pactar prácticas comerciales ilegales contra la libre competencia. Según han confirmado fuentes de la empresa este jueves, la ha liderado la Comisión Europea.

El Ejecutivo comunitario tiene sospechas de que dos empresas -que no identificaba- supuestamente intercambiaron información comercial sensible y acordaron prácticas al margen de las reglas comunitarias, en un comunicado el martes.

Glovo ha destacado que el hecho de que la Comisión esté llevando a cabo una investigación "no significa que haya concluido que haya infracción ni que prejuzgue el resultado de la misma".

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La empresa catalana ha asegurado que está "comprometida con colaborar" con el Ejecutivo comunitario.