El triunfo de Wilders amenaza con un 'Nexit' si lograr formar Gobierno: "No está claro que sus posibles aliados quieran pactar con él"

Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad de Países Bajos.
Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad de Países Bajos.
Henar de Pedro
Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad de Países Bajos.

Sorpresas te da la vida... y la política. Que pregunten en Países Bajos, donde contra todo pronóstico este miércoles el ultraderechista Partido por la Libertad (PVV) se impuso en unas elecciones que causaron mucha sorpresa y que han dejado también la foto de un Parlamento muy dividido tras la salida del otrora primer ministro, Mark Rutte, un liberal que estuvo en el poder desde el año 2010. Ahora ese testigo tiene un favorito: Geert Wilders, un euroescéptico de la vieja escuela que podría convertirse en el capitán de uno de los países fundadores de la Unión Europea.

Y es que el PVV alcanzó 37 de los 150 diputados en la Cámara Baja, lo que supuso un crecimiento de 20 asientos respecto a las elecciones anteriores. La coalición formada por el Partido del Trabajo y los Verdes (GL-PvdA), que también mejora sus resultados pasando de 17 a 25 diputados, es segunda fuerza, y apunta también a intentar tejer alianzas para gobernar. No obstante, Wilders aspira a apoyarse para formar un nuevo Ejecutivo en Nuevo Contrato Social (NSC) del democristiano Pieter Omtzigt, que era el favorito en las encuestas. Además, los liberales -que fueron tercera fuerza- tampoco se cierran a hablar con la derecha radical, o así lo ha dejado ver el sustituto de Rutte, Dilan Yesilgoz. Ahora, ¿qué supone la victoria del Partido de la Libertad?

Lo primero, es otro tanto que se apunta la ultraderecha en Europa después de ganar en Italia, con Giorgia Meloni, o de revalidar el Gobierno en la Hungría de Viktor Orbán. Además, ha entrado en los Ejecutivos tanto de Suecia como de Finlandia, y es la principal fuerza de oposición en Francia, con Marine Le Pen. Su única derrota clave se dio hace solo unas semanas en Polonia, donde pese a ganar las elecciones no le salen los números al PiS para reeditar su Ejecutivo.

Daniel Gil, analista en The Political Room especializado en UE, explica a 20minutos que las encuestas le daban "un cierto repunte", pero lejos de ganar. "Habrá que esperar a ver si puede formar Gobierno", matiza, pero ve bastantes claros los motivos por los que Wilders ha ganado, y es, dice, por haber explotado temas como la antiinmigración, pero también los problemas con la vivienda o por un discurso contrario al cambio climático. "Ha conseguido vincular la enorme crisis con la vivienda con la migración", expresa, y Gil recuerda que en Países Bajos también se da esa distinción entre "cómo votan las ciudades y cómo votan las zonas rurales". Asimismo, "se ha centrado en temas sociales" para aglutinar voto en un momento de mucho calado de este tipo de discursos anti Islam. "El espíritu de los tiempos está yendo en esta dirección y además en Países Bajos había un espíritu de cambio, de otro ciclo político", termina.

Por su parte, Guillermo Iñiguez, analista político y doctorando en la Universidad de Oxford, sostiene que es un resultado "malo" para Timmermans, pero es una derrota política "del centro derecha, que sacó el tema antiinmigración y ha salido perdiendo por comprarle el marco a la derecha radical". Duda, eso sí, de que Wilders pueda "formar Gobierno" aunque su resultado es "una sorpresa". Sus potenciales aliados "no tienen tan claro que quieran pactar con él". Con todo, y dado el panorama, Iñiguez cree que "no es descartable que pueda haber incluso una repetición electoral".

Geert Wilders es, sobre todo, un político de la ultraderecha apegada a la vieja escuela y su carrera es extensa, pues es diputado desde 1998. Primero formó parte del VVD y fundó en 2006 su actual formación política; eso sí, ya en 2005 enseñó al mundo su oposición a la UE cuando hizo campaña para que el país votase en contra de la Constitución Europea, la cual finalmente no salió adelante, aunque la mayoría de las propuestas para ella se recogieron posteriormente en el Tratado de Lisboa. 

"Somos el partido más votado de Países Bajos y les aseguro que los electores han hablado", expresó Wilders este miércoles tras las elecciones, y lo tiene claro: "Gobernaremos". Eso sí, los precedentes ya aventuran una espera larga, pues tras los anteriores comicios el país tardó 280 días en formar Gobierno. Ahora llega el momento de las conversaciones y habrá que ver a cuántos elementos de su programa electoral tiene que renunciar la derecha radical.

Sus planteamientos, con todo, son una importante declaración de intenciones. La primera clave es su discurso antiinmigración porque, de hecho, quiere cortar todas las solicitudes de asilo en el país; además, aboga por retirar la nacionalidad a todos los "criminales" y quiere deportar a quienes no sean neerlandeses. Habla también de la prohibición de todas las escuelas islámicas, coranes y mezquitas, así como del velo en los edificios gubernamentales. Todo esto implica la retirada de las dobles nacionalidades.

Otra pata fundamental es su euroescepticismo, en la línea con la oleada de discursos anti UE que se dieron tras la crisis del 2008. Y es que incluye la convocatoria de un referéndum para abandonar la Unión, un 'Nexit' cuyo apoyo todavía no se ha medido. En este aspecto también apuesta por cortar toda aportación de Países Bajos al presupuesto de la UE, algo que no podría hacer mientras esté dentro de ella. En caso de celebrarse la consulta, sería la segunda de la historia en ese sentido, tras la que derivó en el brexit y que tuvo lugar en 2016.

Wilders aboga, por otro lado, por unas bajadas drásticas de impuestos y por un refuerzo de la seguridad con la contratación de más policías. También tratará de eliminar el Senado, para que Países Bajos pase a tener un sistema unicameral. Por otro lado, y en otra de sus propuestas más llamativas, quiere promover la expulsión de Turquía de la OTAN y recoge la retirada de las disculpas anteriores por la esclavitud. Trabajará además para que se deje de proporcionar literatura gubernamental en árabe y turco. Es decir, un cambio radical y profundo de lo que era el país hasta ahora.

Con todo, un Gobierno liderado por Wilders cambiaría la posición de Países Bajos en la Unión Europea. Para empezar, sería el primer Ejecutivo de los 27 liderado por una formación perteneciente al grupo de Identidad y Democracia, fundado por Marine Le Pen y Matteo Salvini y donde están además de RN y la Lega otros partidos como Alternativa por Alemania o el FPO austriaco. A nivel ideológico, Wilders formaría parte del frente formado por Giorgia Meloni y Viktor Orbán, y abandonaría cualquier posición constructiva heredada de la era Rutte que pese a su ortodoxia sobre todo desde el punto de vista económico mantenía un europeísmo relevante.

Los resultados de las elecciones neerlandesas ganan importancia además porque se dan a solo seis meses de las elecciones europeas, y en una tendencia creciente de los partidos de derecha y de derecha radical, que ya gobiernan o forman parte de los gobiernos en Hungría, Italia, Finlandia o Suecia; además, también una formación conservadora como el PP ganó las elecciones del pasado 23 de julio en España, aunque después no pudo sumar mayoría para volver a Moncloa.

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