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Wilders, ultraderecha al estilo neerlandés: control de la inmigración, alabanzas a Putin y desprecio por el Islam

Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad de Países Bajos.
Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad de Países Bajos.
Henar de Pedro
Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad de Países Bajos.

El debate giraba en torno a él, pero nadie, tampoco las encuestas, esperaba que Geert Wilders fuera a ganar. Pero su partido, el PVV, de ultraderecha, islamófobo y euroescéptico, ha ganado las elecciones en Países Bajos. Es decir, Wilders ha sido el más votado, porque está por ver si conseguirá gobernar. Se abre ahora el espacio para negociar la formación de un gobierno, lo que pasa por el acuerdo de al menos tres partidos.

Quiero ser primer ministro de todos en Países Bajos, independientemente del origen o la religión"

"Es el día más bonito de mi vida política", dijo Wilders al celebrar su victoria. Ahora, él tiene la primera palabra en las conversaciones entre los partidos para formar un nuevo gabinete. "Quiero ser primer ministro de todos en Países Bajos, independientemente del origen o la religión", aseguró este miércoles después de depositar su voto. Pero en realidad su respeto por el origen y la religión de los neerlandeses tiene sus límites.

Desde su fundación en 2006, el PVV propone el cierre de las mezquitas, la prohibición del Corán y la aplicación de una política estricta contra la inmigración y el asilo. "La esperanza de Países Bajos es que la gente recupere su país. Que el tsunami del asilo sea limitado, que llegue más dinero a las carteras de los ciudadanos", señaló Wilders al celebrar su victoria electoral.

Desprecio por el islam

Nacido en 1963 en el sur de Venlo, cerca de la frontera alemana, Wilders creció en una familia católica. Entró en política como miembro del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), el de Mark Rutte y ahora con Dilan Yesilgoz al frente. Pero duró poco. Wilders lo abandonó por que consideraba que la postura del VVD ante el islam y la inmigración era demasiado suave.

Dejó el partido de Rutte por su postura suave con el islam y la inmigración

Así que en 2004 fundó su propio partido. Lo llamó Partido de la Libertad (PVV) y colocó la política antiislamista en el centro de su mensaje. Según Wilders, su desprecio por el islam se vio alimentado por el asesinato del cineasta radical antiislamista Theo van Gogh en 2004 y por su estancia en un kibutz israelí.

¿Ultraderechista? Sin duda. Por sus propuestas y por las felicitaciones que ha recibido en las últimas horas. Basta con mirar la cuenta de Wilders en X (antes Twitter) para ver los mensajes efusivos de Marine Le Pen, Matteo SalviniViktor Orban o Santiago Abascal:

Wilders construyó una carrera política populista organizando concursos de caricaturas de Mahoma y llamando "escoria" a los marroquíes (la justicia lo acabó declarando culpable de insultarlos). Ha dicho que su misión era detener la "invasión islámica" de Occidente. Desde entonces, ha recibido muchas amenazas de muerte y desde 2004 por eso tiene protección policial.

A pesar de ser un político mediático, la estrella de Wilders parecía haber perdido brillo en los últimos años ante la aparición en Países Bajos de figuras más jóvenes de extrema derecha, como Thierry Baudet. Pero ahí estaba, resistiendo.

Qué cosas propone Wilders

Antes de la jornada electoral de este miércoles las encuestas situaban al partido de Wilders como cuarta opción, con en torno a 20 escaños. Pero ha obtenido 37. Lo ha conseguido proponiendo cosas como restablecer el control de las fronteras holandesas, detener y deportar a los inmigrantes ilegales y reintroducir los permisos de trabajo para los trabajadores intracomunitarios. Y Rusia.

Ha elogiado a Putin y criticado la "rusofobia histérica", pero considera un error la invasión rusa de Ucrania

Como han hecho otros líderes de la extrema derecha europea, Wilders ha elogiado a Vladimir Putin, alzando su voz contra lo que ha llamado "rusofobia histérica" en Europa. Aunque desde la invasión rusa de Ucrania se ha distanciado un poco del Kremlin -ha dicho que la guerra era un error- el político neerlandés viajó a Moscú cuatro años después de que Rusia se anexionara la península de Crimea.

No le gusta la guerra y aún menos el gasto que está suponiendo para su país. En uno de los últimos debates previos a las elecciones, Wilders dijo que no apoyaría el envío de más armas a Ucrania. Eso asusta a Zelenski y más en un momento en que la ayuda militar parece estar flaqueando y la invasión rusa ya no está entre los primeros titulares de cada día.

Este ultraconservador repite aquello de "Países Bajos primero" y eso también afecta a la Unión Europea. En su programa electoral aparece la propuesta de un "referéndum vinculante" sobre un 'Nexit', esto es, la salida de Países Bajos de la UE. También quiere un "cese inmediato" de la ayuda al desarrollo de otros países.

Suavizar el mensaje para ganar

Pero Wilders ha hecho en los días previos a la cita electoral lo mismo que otro político de formas y mensaje radicales como Javier Milei hizo entre las primera y la segunda vuelta de las elecciones en Argentina: rebajar intensidad y descargar las tintas para acercarse así al votante conservador que huye de estridencias y mensajes radicales. Y ha funcionado.

Por ejemplo, a una semana de las elecciones, el ultraderechista neerlandés suavizó parte de su retórica antiislámica, insinuando que podría retirar su propuesta de prohibición de las mezquitas y el Corán. Aseguró que su prioridad ya no era evitar la "islamización" del país.

Los neerlandeses tienen problemas más importantes que evitar la islamización"

Wilders dijo que los neerlandeses "tienen problemas más importantes". Y así se fue centrando en las crecientes preocupaciones económicas, prometiendo resolver la crisis inmobiliaria y atajar la inflación. Eso sí, como otros partidos ultras europeos, habló de la acción climática, la respuesta gubernamental al cambio climático, como una nueva forma de tiranía.

Preparar el terreno para formar gobierno

Dilan Yesilgoz-Zegerius, ministra de Justicia de Países Bajos.
Dilan Yesilgoz-Zegerius, líder del VVD.
WIKIPEDIA/Sydney Phoenix

Lo de que evitar la "islamización" de Países Bajos ya no era una de sus prioridades fue un guiño a Yesilgöz. La líder del VVD, la sucesora de Rutte, no le ha descartado como socio. Fue suavizar Wilders su discurso y dispararse en las encuestas... y en las urnas, como finalmente se ha visto.

Yesilgöz y Omtzigt sabrán ahora si entenderse con Wilders será alimentar a la ultraderecha o domarla

Ahora, el ultraderechista dice estar listo para ser el líder de "todos los neerlandeses" y encontrar soluciones "dentro del marco legal y constitucional". Afirma Wilders que su partido se asegurará de "priorizar los intereses de los neerlandeses" en la próxima legislatura.

Por todo ello, en su primer discurso tras su victoria, Wilders pidió a los otros partidos ceder para formar gobierno con él y advirtió de que el PVV ya no puede ser arrinconado en la oposición porque eso sería "muy antidemocrático" y "los votantes no lo aceptarían".

Yesilgöz y Pieter Omtzigt, del partido de centroderecha Nuevo Contrato Social, sabrán ahora si entenderse con Wilders será alimentar al monstruo o domarlo.

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