Milei irrumpe en Argentina para poner en marcha su experimento ultraliberal: "Sus propuestas rupturistas van a ser imposibles"

Javier Milei, ganador de las elecciones presidenciales en Argentina.
Javier Milei, ganador de las elecciones presidenciales en Argentina.
AP/LAPRESSE
Javier Milei, ganador de las elecciones presidenciales en Argentina.
Javier Milei es el nuevo presidente de Argentina: todas las claves y cifras, en dos minutos

Javier Milei ganó este domingo las elecciones presidenciales en Argentina y el próximo 10 de diciembre irrumpirá en la Casa Rosada dispuesto a inyectar grandes dosis de ultraliberalismo en las venas de la agonizante economía argentina. Cerrar el Banco Central, dolarizar la economía o cercenar el gasto público son algunas de las recetas que anunció en campaña electoral y que persiguen en última instancia reducir el peso del Estado a la mínima expresión.

Milei pretende que Argentina se convierta en banco de pruebas para el primer experimento mundial de un sistema "anarcocapitalista", como él mismo se ha definido, pero llevarlo a la práctica será harto complicado para un presidente en clara minoría parlamentaria, con solo 38 de los 257 escaños del Congreso en su poder y apenas 7 de los 72 del Senado. 

"La gobernabilidad del país va a ser todo un reto para Milei porque tiene una bancada muy pequeña y tampoco tiene gobernadores, que en Argentina son muy importantes, a pesar de ser un país fuertemente presidencialista. Con ese escenario, todas sus propuestas rupturistas, como la de cerrar el Banco Central, van a ser imposibles de llevar a cabo porque necesitará el apoyo de Macri y de la coalición Juntos por el cambio, que no van a transigir con medidas de ese corte", explica Rogelio Núñez, experto en procesos políticos y electorales de América Latina del Real Instituto Elcano.

"Aunque Milei ha conseguido derrotar al aparato político del peronismo, que son palabras mayores, hasta ahora solo ha hecho lo más fácil porque lo difícil viene ahora y es garantizarse la gobernabilidad del país. Como decía Perón, 'la única verdad es la realidad' y Milei es un teórico de la economía que tiene grandes proyectos y sueña con grandes reformas, pero se va a encontrar con la realidad, que es muy complicada", añade.

Francisco Sánchez, director del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, coincide en que la falta de una mayoría legislativa complicará que pueda ejecutar muchas de sus promesas de campaña: "Milei no tiene el control de las cámaras legislativas ni de las provincias, no tiene el control de nada, y es muy probable que sus primeras medidas sean solo golpes de efecto que están a su alcance vía decretos, como reducir ministerios o quitar algunas subsecretarías".

"Mercosur va a ser una de sus primeras víctimas"

Sobre sus primeras decisiones de calado, Sánchez cree que estas irán dirigidas hacia "liberalizar el comercio" y huir del tradicional proteccionismo que ha imperado en Argentina: "Creo que Mercosur va a ser una de sus primeras víctimas. Milei va a rebajar aranceles porque la industria argentina es muy poco competitiva y eso va a provocar una serie de cierres que pueden traer un poco de conflictividad social".

No obstante, incide en que "Milei no engaña a nadie" porque a lo largo de su campaña electoral ya dejó claro su objetivo de reducir el papel del Estado, lo que implica eliminar ayudas y subsidios: "Puede haber movilizaciones, pero a nadie debería de sorprenderle que el Gobierno vaya a cerrar el grifo porque Milei ha ido de frente desde el principio".

A nadie puede sorprenderle que el Gobierno argentino vaya a cerrar el grifo porque Milei ha ido de frente desde el principio"

Sobre los subsidios, Núñez cree que va a ser imposible cortarlos de raíz porque mantienen a una buena parte de la población y entiende que será un proceso gradual: "Como buen liberal, la idea de Milei es recortarlos o, incluso, acabar con ellos, pero sabe que a corto plazo es inviable porque suponen un peso muy grande en la economía argentina y provocaría un estallido social al día siguiente".

Pero más allá de los subsidios, considera que el presidente entrante va a tener que afrontar sí o sí "un durísimo ajuste" para enderezar la economía de Argentina, con una inflación del 140%, una tasa de pobreza superior al 40% y una elevada deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI): "Argentina está al borde del precipicio y el ajuste no se puede postergar más. Si no se hace con consenso político, va a provocar un malestar social muy grande en unas calles dominadas por el peronismo".

En esa línea, sostiene que la necesidad imperiosa de realizar ajustes y la imposibilidad de llevar a cabo muchas de sus promesas generará "frustración" entre la población: "En América Latina hay un fenómeno que algunos analistas califican como la 'turbopolítica' y se produce cuando los presidentes llegan al poder con una altísima aceptación, como ha ocurrido con Milei, pero ese apoyo se va deteriorando muy rápidamente, como le ocurrió a Boric en Chile, que pasó en unos meses del 60% al 20% de aceptación. A Milei le puede pasar algo parecido porque ha creado enormes expectativas que no se van a poder cumplir a corto plazo".

"Puede dejar un Banco Central 'zombie'"

El profesor Sánchez asegura que, aunque no sea un objetivo a corto plazo, Milei sí va a intentar llevar a cabo su gran medida económica, que es "dolarizar la economía" de Argentina. "Milei necesita préstamos para poder cambiar la masa monetaria argentina porque eso requiere de unas reservas que el país no tiene, pero hay una serie de fondos de inversión, con excesos de liquidez brutales, que podrían financiar esa dolarización de la economía".

"Si consigue dolarizar la economía, la eliminación del Banco Central sería una consecuencia directa de no tener moneda propia. Con una minoría parlamentaria es muy complicado eliminar el Banco Central, pero si le quitas la capacidad de emitir moneda, se queda como una institución zombie cuyas funciones se limitan a llevar registros bancarios o cuentas nacionales", añade.

Fuera del ámbito económico, los analistas no creen que Milei pueda llevar a cabo medidas de corte reaccionario, a pesar de sus postulados ultraconservadores respecto al aborto o el matrimonio homosexual. "Milei tiene mucho voto prestado de centroderecha, que no le ha votado porque concuerde con sus ideas, sino porque aborrece el kirchnerismo, y es un electorado, sobre todo en Buenos Aires, de costumbres liberales. Si Milei pretende giros tan conservadores, perdería el electorado centrista", dice Núñez.

Sánchez comparte esa idea: "No sería muy inteligente para Milei intentar sacar adelante ese tipo de leyes con 7 senadores y 38 diputados porque serían bloqueadas por la mayoría y tendría unos costes altísimos para él. Cuando un presidente no tiene mayorías legislativas, tiene que ser muy estratégico y eso supondría entrar en una zona de conflicto, cuando ya va a tener muchos frentes abiertos. Entiendo que no va a ser prioritario".

Sobre las relaciones con España, el investigador del Instituto Elcano prevé que van a ser tensas: "La gran apuesta de España durante su presidencia europea fue la cumbre de la UE con la Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC), que buscaba dar un impulso muy fuerte a Mercosur, pero esa apuesta va a quedar dañada con Milei. En general, las relaciones de Milei con los gobiernos de izquierdas van a ser tensas y eso incluye a España".

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