Aún quedan muchas incógnitas sobre la vida de Will Smith por revelar. El conocido actor de Hollywood ha sido el protagonista de algunas de las películas más icónicas del mundo del cine como En busca de la felicidad o Soy leyenda. Aunque también ha ocupado las portadas de las revistas de corazón debido a las incógnitas que rodean su matrimonio con Jada Smith, algunas de las cuales se desvelaron con la publicación de las memorias de su esposa. 

El actor además tiene tres hijos, su hijo mayor, Trey nació de su primer matrimonio con Sheree Zampino, de quien el actor de El Príncipe de Bel-Air se separó en 1995. Trey acaba de cumplir 31 años y su padre ha sorprendido tanto a su hijo como a sus seguidores con una atípica felicitación. En este sentido, Smith ha publicado un vídeo en su cuenta de Instagram en el que aparece cantando mientras van apareciendo fotos de ambos en las cuales se puede ver a Trey cuando era pequeño. 

Will Smith cuenta en el post lo que sintió en el momento en el que nació su hijo: "Willard Carroll Smith III nació el 11 de noviembre de 1992. Desde que nació lo llamamos Trey, porque era el tercer Willard Smith. Desde la primera vez que el doctor te puso en mis brazos, sabía que encontraría la muerte antes de dejar que tú sufrieras daño". 

El ganador del Óscar continúa rapeando mientras reflexiona sobre algunos episodios que vivió al conocer a su primer hijo, como cuando Trey pasó su primera noche en sus brazos: "Cuando salí de mi cama, me arrastré hasta tu cuna. Toqué tu cabeza suavemente, sentí que mi corazón se derretía. Porque sé que te amaba más que a la vida misma. Luego me arrodillé y le rogué al Señor: Por favor, déjame ser un buen papá, todo lo que necesita". 

El reto de ser padre 

El actor también muestra su lado más sincero y confiesa en la publicación que se cuestionó si "sería lo suficientemente hombre" para ser padre.

Asimismo, añade que incluso llegó a sentirse "abrumado por la inmensidad" de dicha responsabilidad, un papel que asumió entregado por completo a su hijo: "Entonces algo hizo click. En lo profundo de un lugar donde nunca antes nada había hecho click. Una decisión. Una convicción férrea. Me sequé las lágrimas, me levanté y toqué suavemente la cabeza de Trey. Y sabía que solo había dos posibilidades: Iba a ser el mejor padre que este planeta jamás haya visto, o dos, iba a estar muerto".