El príncipe Harry y Meghan Markle viajan a Las Vegas para ver el concierto de Katy Perry

Meghan Markle y el príncipe Harry, en Central Park, en septiembre de 2021.
Meghan Markle y el príncipe Harry, en Central Park, en septiembre de 2021.
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Meghan Markle y el príncipe Harry, en Central Park, en septiembre de 2021.

Play, el nombre de la residencia que Katy Perry ha tenido en Las Vegas desde diciembre de 2021, ya no se utilizará más, porque este fin de semana la cantante ha dado su último concierto en la ciudad del desierto de Mojave, en Nevada, y para tan especial momento nada mejor que rodearse de amistades.

Esa fue la razón por la que el príncipe Harry y Meghan Markle fueron vistos el sábado viajando en avión hasta la Ciudad del Pecado —Nevada es un estado colindante con California— para asistir esa misma noche al The Theatre del complejo hostelero Resorsts World, donde se han celebrado los espectáculos de la cantante de California Gurls.

La pareja real se sentó, además, al lado del prometido de Katy Perry y su pareja desde hace varios años, el actor Orlando Bloom. Y es que los duques de Sussex y la pareja formada por el intérprete de 46 años y la cantante de 39 son vecinos en Montecito, dado que sus mansiones apenas distan entre sí, lo que les ha acabado uniendo.

De hecho, tanto unos como otros han hablado de la otra pareja en apariciones públicas y entrevistas que han concedido, con el hijo de Carlos III de Inglaterra llegó a comentar que suelen enviarse mensajes para hablar, sobre todo, de la seguridad en la zona, máxime cuando hay algún problema como un allanamiento o el aviso sobre alguien sospechoso.

Asimismo, Katy Perry accedió a apoyar al padre del príncipe Harry y fue una de las artistas invitadas en el concierto por la coronación del nuevo monarca en Londres el pasado mes de mayo.

Asimismo, había más caras conocidas en esta última función de la artista. De hecho, uno de sus grandes ídolos, Céline Dion, de 55 años, también fue vista en la sección VIP del concierto con sus hijos gemelos, Eddy y Nelson, de 13 años. Es una de sus primeras apariciones públicas desde que diese a conocer que padece el síndrome de la persona rígida, una rara enfermedad neurológica.

Sin embargo, la persona más importante para Katy Perry fue la que se llevó las mayores palabras de cariño de la artista. Su hija Daisy, de tres años, que se encontraba con su padre. "Te quiero mucho. Eres mi mejor amiga y estoy muy contenta de que estés aquí", le dijo la cantante mientras Daisy no podía contener una sonrisa.

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