Khadija Amin Periodista
OPINIÓN

Más restricciones a los refugiados afganos en Pakistán

Migrantes y refugiados afganos esperan cruzar la frontera hacia Afganistán, en la frontera entre en Chaman, Pakistán, este lunes. El gobierno de Pakistán ordenó a principios de este mes que todos los inmigrantes, incluidos casi 2 millones de afganos que viven ilegalmente, debían abandonar el país a finales de octubre o afrontar la expulsión.
Migrantes y refugiados afganos esperan cruzar la frontera hacia Afganistán, en la frontera entre en Chaman, Pakistán, este lunes. El gobierno de Pakistán ordenó a principios de este mes que todos los inmigrantes, incluidos casi 2 millones de afganos que viven ilegalmente, debían abandonar el país a finales de octubre o afrontar la expulsión.
AKHTER GULFAM/EFE
Migrantes y refugiados afganos esperan cruzar la frontera hacia Afganistán, en la frontera entre en Chaman, Pakistán, este lunes. El gobierno de Pakistán ordenó a principios de este mes que todos los inmigrantes, incluidos casi 2 millones de afganos que viven ilegalmente, debían abandonar el país a finales de octubre o afrontar la expulsión.

¡Qué difícil la situación de los afganos en Pakistán! Pasan el día y la noche con miedo tras las nuevas restricciones contra ellos. El ministro interino del Interior de ese país, Sarfraz Bugti, ha dado a todos los inmigrantes afganos irregulares, 1,7 millones de seres humanos, un ultimátum: tienen hasta el 1 de noviembre de 2023 para abandonar Pakistán, de lo contrario serán tratados con dureza, enfrentándose a ser arrestados y a la deportación.

Decenas de miles de refugiados huyeron a Pakistán al regresar los talibanes con la esperanza de recibir asilo en Estados Unidos o en países europeos. Muchos de ellos también están sujetos a la deportación forzosa. Heshmat Wadjani es un periodista afgano que vive en Pakistán; explica que sus compatriotas se encuentran en una situación difícil: "La mayoría salen con miedo de ser arrestados por la policía incluso para comprar lo más básico. Por otro lado, los dueños de sus casas les están diciendo que las abandonen lo antes posible".

Fariba Heydari es una niña afgana que lleva un año viviendo en Pakistán con su hermana. "Vinimos debido a las sucesivas amenazas de los talibanes, no podemos volver allí, pero aquí tampoco nos sentimos cómodos con la policía paquistaní", explica, preguntándose a continuación porqué otros países no ayudan a las mujeres vulnerables.

Me cuenta en una videollamada por WhatsApp, con ojos llorosos, que no ve esperanzas para el futuro, que están en un limbo y que a veces piensa en el suicidio. Sufre cada vez que mira a su hermana, que trabajaba en el Ministerio de Educación pero tuvo que dejar su medio de ganarse la vida cuando llegaron los talibanes y ahora se encuentra en un preocupante estado mental.

Con en torno a dos millones de afganos indocumentados en Pakistán, de los cuales al menos seiscientos mil huyeron después de que los talibanes recuperaran el control de Afganistán el 15 de agosto de 2021, se han cerrado escuelas y centros educativos para los niños de los inmigrantes afganos en Pakistán.

Seyyed Qasim Hashemi, fundador de la escuela Aftab en Islamabad, dijo a Radio Azadi el pasado domingo que la escuela ha estado cerrada por el temor a que la policía arreste a afganos y los deporte: "Teníamos miedo. Arrestaron a profesores y estudiantes en la zona de la calle Sarsaid". 

Durante ocho meses, esta escuela proporcionó educación gratuita a unos 450 estudiantes afganos, de los cuales 250 eran niñas. Mina es una de sus alumnas: "Había venido aquí con la gran esperanza de hacer algo por mi comunidad en el futuro, pero nuevamente nuestra escuela está cerrada y me pregunto qué pasará con nosotras, las niñas afganas".

Otro estudiante de la escuela Aftab, Kausar, pide al gobierno de Pakistán "detener el proceso de arresto y deportación de afganos y permitirnos a nosotros, que tenemos un campo educativo aquí, continuar nuestros estudios lentamente. Estamos muy preocupados por el cierre de la escuela".

Algunos afganos que viven en Pakistán dicen que, después de que el gobierno talibán cerrase las puertas de las escuelas para las niñas de más de sexto grado, viajaron al país vecino precisamente para continuar la educación de sus hijas, para que no se vieran privadas de la educación, pero aparentemente esta oportunidad también les ha sido quitada.

Amnistía Internacional denuncia que muchos afganos que huyeron de Afganistán a Pakistán por temor a ser perseguidos por los talibanes se enfrentan ahora a una ola de detenciones arbitrarias y amenazas de deportación. Esta organización ha criticado la indiferencia de la comunidad internacional, tachándola de "muy preocupante".

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