En mitad de toda una serie de enfrentamientos más que evidentes entre Kourtney Kardashian y su hermana inmediatamente más pequeña, Kim Kardashian, ha surgido un rumor que ha acabado por desesperar a su protagonista, el baterista Travis Barker, marido de Kourtney: que él es la razón de la nueva enmistad entre ellas.

El músico de la banda Blink-182 finalmente ha querido contestar a esta habladuría tan extendida en redes sociales en unas declaraciones que ha realizado al periódico Los Angeles Times, en el que califica de "muy ridícula" la historia que se han inventado a raíz de un extracto de sus memorias tituladas Can I Say publicadas en 2016.

"Le das a la gente un poco de información y ya se piensan que han resuelto el misterio y dicen: 'Ah, por eso están peleando'. Es muy ridículo", dha declarado el batería, que asegura que también ha leído cosas como que "'los fans de Kourtney están preocupados por Travis'" o que ha sido "un mujeriego". "Basta", ha dicho con firmeza.

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En su biografía, Travis Barker llegaba a asegurar en un momento dado que Kim Kardashian le parecía "jodidamente atractiva" y admitía de hecho el haberle "echado el ojo en secreto" en algunas fiestas en las que coincidieron cuando salió brevemente con Paris Hilton en 2006.

"Es obvio que si compartí todas aquellas cosas fue porque quería dejarlas atrás", ha añadido el músico de 47 años, que puntualiza que hacerlo fue "terapéutico" para él. Casado con Kourtney desde el año pasado, además ha insistido en que para nada ha existido drama en su noviazgo y posterior matrimonio por aquel breve amor platónico.

"Es su hermana. [Kourtney] Sabe que solíamos hablar. No estaba pasando nada malo", afirmó Barker, que no ha querido entrar sin embargo en la verdadera razón del presunto conflicto: un desacuerdo sobre un desfile de modas de Dolce & Gabbana, afirmando Kourtney que Kim había utilizado su boda para hacer negocios, llamándola "egoísta, narcisista y bruja".

Sin embargo, parece que ya han hecho las paces y que las cosas en la familia Kardashian vuelven a su cauce: no por nada, para su disfraz de Halloween, Kourtney ha decidido precisamente homenajear a su hermana y, aprovechando su vientre de embarazada, ponerse el mismo vestido que llevó una Kim encinta en la MET Gala de 2013.