La extrema sequía en el Amazonas deja al descubierto misteriosas caras de piedra

  • Parecen haber sido creadas por pueblos indígenas antes del contacto con los europeos.
Los misteriosos grabados se encuentran en una parte de la costa conocida como Ponta das Lajes, donde el río Negro y el río Solimões se unen al Amazonas.
Los misteriosos grabados se encuentran en una parte de la costa conocida como Ponta das Lajes, donde el río Negro y el río Solimões se unen al Amazonas.
Los misteriosos grabados se encuentran en una parte de la costa conocida como Ponta das Lajes, donde el río Negro y el río Solimões se unen al Amazonas.
Caras de piedra descubiertas en el Amazonas por la extrema sequía.
PBS

Antes de la colonización portuguesa, la Amazonia experimentó un intenso proceso demográfico. Los indígenas fueron los responsables de crear una intensa red comercial y de introducir cambios en la selva mediante el cultivo de determinadas especies vegetales. El pasado enero se anunciaron nuevas pruebas que demuestran que la Amazonía precolonial tenía 10 millones de habitantes, cultivos y comercio.

¿Cómo era la cultura desarrollada por esas civilizaciones? Poco se sabe. Ahora se han descubierto en el Amazonas unas caras talladas en rocas hace más de mil años. Y ha sido gracias a la sequía. Este tesoro arqueológico, ubicado cerca de la ciudad de Manaos, al norte de Brasil, ha quedado expuesto por la grave falta de lluvias que sufre el principal pulmón verde del planeta.

De hace 1.000 o 2.000 años

Los misteriosos grabados se encuentran en una parte de la costa conocida como Ponta das Lajes, donde el río Negro y el río Solimões se unen al Amazonas. Entre las rocas reveladas por la sequía hay esculturas de rostros humanos que datan de hace miles de años.

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Esta región es un yacimiento precolonial con indicios de ocupación de entre 1.000 y 2.000 años de antigüedad"

Los arqueólogos conocían la existencia de estos rostros tallados desde hacía años, pero el bajo nivel de las aguas ha desenterrado ejemplares nunca vistos. Las esculturas parecen haber sido creadas por pueblos indígenas antes del contacto con los exploradores europeos.

Rostros humanos tallados en roca

El historiador y experto en preservación del Patrimonio, Jaime Oliveira, asegura que "esta región es un yacimiento precolonial con indicios de ocupación de entre 1.000 y 2.000 años de antigüedad". Según ha explicado a Reuters, "esta vez, no sólo encontramos más esculturas, sino la escultura de un rostro humano tallado en la roca".

Este sitio expresa emociones, sentimientos, es un disco grabado en roca que tienen algo en común con las obras de arte de la actualidad"

Algunas de los rostros son de forma rectangular mientras que otros son ovalados. Además de estas caras, las rocas halladas también tienen marcas que sugieren que los guerreros indígenas las utilizaban para afilar herramientas o armas.

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Oliveira recuerda que en 2010 ya fueron descubiertas algunas tallas, pero otras permanecieron sumergidas. "Este sitio expresa emociones, sentimientos, es un disco grabado en roca que tienen algo en común con las obras de arte de la actualidad", afirma el experto que trabaja para el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (IPHAN) de Brasil.

Estado de emergencia por sequía

El nivel de las aguas del Amazonas descendió esta semana por debajo de los 13 metro. El del río Negro, que desemboca en el primero, es tan bajo que ha dejado embarcaciones varadas en los arenales. El domingo pasado descendió por primera vez por debajo de los 13 metros y el lunes cayó aún más, hasta los 12,89 metros.

Un río del Amazonas recibe el “estatus de persona”
El río Amazonas.
ARCHIVO

El gobierno brasileño atribuye la sequía al cambio climático y al fenómeno de El Niño, que reduce la formación de nubes y, en consecuencia, las precipitaciones. Todo ello ha provocado que el volumen de precipitaciones en el norte de la Amazonía caiga por debajo del promedio histórico y que el agua de los ríos caiga a niveles casi récord.

La sequía en Amazonas afecta a unos 400.000 habitantes de 50 municipios que se encuentran en estado de emergencia, cuenta O Globo. La falta de agua en los ríos de la región dificulta la navegación, esencial para el transporte y el abastecimiento de las comunidades que también consumen agua de estas fuentes. Además, la reducción del caudal ha provocado una alarmante mortandad de peces.

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