Drácula es, probablemente, una de las figuras más reconocibles de las historias de terror a lo largo de la historia. Inspiración de libros, películas e historias, el legendario conde vampiro que bebía la sangre de sus víctimas, dormía en un ataúd, odiaba el ajo y moría bajo la luz del sol tiene su orígen en la leyenda de un noble de Transilvania del siglo XV: Vlad 'Tepes' ('el empalador' en rumano) Drácula.

Este príncipe de la histórica región de Valaquia (en el sur de Rumanía) es conocido en la historia de su país por salvar su principado de las invasiones húngaras y otomanas. Sin embargo, más recordada aún es su crueldad: solía empalar a sus enemigos, y también a civiles, para aterrorizar a sus adversarios, según explica National Geographic. La fama cruel y despiadada del príncipe Vlad sirvió de inspiración al escritor irlandés Bram Stoker para crear la figura del conde Drácula en su libro de 1897, una obra que sentó las bases de esta mítica criatura cuyo mito se originó siglos antes. 

Sin embargo, aunque la figura forma parte de la cultura popular como un despiadado depredador de sangre, lo cierto es que era vegano. Así lo confirma un estudio de la Universidad de Catania sobre el príncipe en el que, además, se descubre que el personaje real sí que guardaba una relación muy particular con la sangre.

Un análisis de sus cartas concluye que era vegano

Los investigadores de la Universidad de Catania, en un estudio publicado en la revista Analytical Chemistry, han analizado químicamente restos de salivas, sudor y huellas dactilares en una serie de cartas que el príncipe escribió en el siglo XV. Al no encontrarse ningún resto de proteínas animales, los investigadores han concluido que el mítico Drácula llevaba una dieta "estrictamente vegetariana", según publica National Geographic.

El estudio revela, por lo tanto, que el verdadero Vlad Drácula no era un sanguinario depredador que chupaba la sangre a sus víctimas, sino todo lo contrario. Sin embargo, el personaje real sí que guarda relación con su versión legendaria, precisamente en ese elemento tan característico: la sangre.

El triste final de Bela Lugosi: el actor que dio vida a Drácula y fue devorado por su leyenda

Lloraba lágrimas con sangre por una enfermedad

Y es que las investigaciones de los analistas han concluído, a partir de esas mismas cartas y documentos, que es muy probable que Drácula llorase sangre. Esto se debe a que el príncipe padecía, según la investigación, una enfermedad conocida como hemolacria, una condición que le hacía, literalmente, llorar lágrimas de sangre. Esto solía ser señal de posibles enfermedades, desde conjuntivitis hasta tumores en el aparato lacrimal.

Llorar lágrimas con sangre era, además, una señal de algo maligno: una manifestación diabólica según el folclore de la Edad Media, por lo que es muy posible que este rasgo generase o agrandase la leyenda de Drácula como ser sobrenatural. La palabra "drácul", de hecho, significa "diablo" en el rumano actual. 

Aunque Bram Stoker dio fama mundial al personaje histórico, lo cierto es que no fue la única inspiración del escritor para construir al Drácula mítico: el autor se basó en otras novelas folclóricas y personajes históricos despiadados y sangrientos. Es la historia detrás de una leyenda que se ha ganado un lugar destacado entre las figuras del terror a lo largo de los siglos.