Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación para esclarecer las causas de la muerte del científico de la Universitat de Barcelona que estudiaba una enfermedad letal y contagiosa en los laboratorios del centro.

Según han confirmado fuentes policiales a la ACN, la policía busca indicios de la causa del fallecimiento y de si los hechos son constitutivos de un delito. El hombre murió el año pasado después de pedir la baja y manifestar síntomas compatibles con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, una patología infecciosa y neurodegenerativa que se incuba en silencio durante años. Tras su muerte, la UB localizó en un congelador del laboratorio miles de muestras no autorizadas con las que se sospecha que el científico trabajó.

Debido al hallazgo, la universidad clausuró el laboratorio y lo desinfectó. Además, tanto el centro como el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y el consorcio público CIBER, instituciones de las cuales el fallecido era miembro, abrieron una investigación interna.

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En cuanto a las muestras, fueron enviadas a un laboratorio de máxima seguridad para analizarlas y en marzo de 2023 llegaron los resultados que confirmaron su positivo, es decir, eran contagiosas. 

La universidad identificó a todas las personas que habían trabajado en el laboratorio afectado y les comunicó el riesgo de exposición que podrían haber sufrido, además de ofrecerles la realización de pruebas médicas y apoyo psicológico.