Recientemente, Tamara Falcó ha estado en Roma con su marido, Álvaro Onieva, su suegra, Carolina Molas, y su cuñada, la actriz Alejandra Onieva. Sus redes sociales han dado fe de lo bien que se entienden y de cómo saben aprovechar su tiempo libre.
Tamara, que ha tenido una de las lunas de miel más largas y exóticas que se recuerdan (Sudáfrica y La Polinesia francesa entre otros lugares distinguidos), ha seguido, una vez casada, con sus planes viajeros, una de las cosas que más le gustan.
Ahora toca volver a la realidad y, en esta ocasión, esta le lleva a la marquesa de Griñón a hallar la manera para proteger su intimidad y la de su marido, Íñigo Onieva, en su nueva casa, recién reformada, a la que están a punto de mudarse.
Se trata de un lujoso ático de cuatro habitaciones distribuidas en 186 metros cuadrados y una enorme terraza con vistas y primeras calidades. precisamente en esta última ha puesto su interés el matrimonio, que quiere blindar su intimidad a toda costa.
Según publica Semana, y se ve en un vídeo grabado por Europa Press, los operarios ya han empezado a subir maceteros XXL con árboles a la terraza. Según destaca el citado medio, las grandes dimensiones de los maceteros hace inviable llevarlos a la casa por la escalera o el ascensor, por lo que se ha necesitado un camión con grúa para subirlos desde el exterior.
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