Las obras para reformar La Rambla de Barcelona durarán la mitad, tres años en vez de los seis previstos inicialmente, tal y como prometió el nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, cuyo Ayuntamiento ha dado a conocer este lunes el calendario concreto de los trabajos y sus afectaciones al tráfico.
Está previsto que las actuaciones acaben en enero de 2027, para lo que se ha decidido no seguir realizando la intervención por tramos, como estaba planeado, y abordar a partir de junio toda la calle desde Santa Madrona a la plaza de Catalunya. La parte de Colom a Santa Madrona, en obras ahora, estará terminada el próximo verano.
El alcalde, Jaume Collboni, ha recordado que la primera decisión que tomó cuando obtuvo el mando del consistorio fue "acortar los plazos" para remodelar La Rambla, que era una "reivindicación vecinal". "No nos podíamos permitir seis años de obras en el paseo más emblemático de la ciudad", ha dicho.
Por su parte, el director general de Barcelona d'Infraestructures Municipals (BIMSA), Ricard Font, ha explicado que las intervenciones se realizarán en tres fases y que mientras duren las dos iniciales, casi dos años, los vehículos solo podrán circular por La Rambla en sentido montaña. Así, primero se trabajará durante 10 meses en el lado Besòs, tiempo durante el que el tráfico tendrá que ir por el lado Llobregat, que ahora es de bajada y pasará a ser de subida en ese plazo. Los 10 meses siguientes se actuará en el lado Llobregat, por lo que será de nuevo posible circular por el costado Besòs en sentido montaña.
El último año de trabajo se abordará la acera central, por tramos alternos, para garantizar el paso de peatones. En esos momentos, ya se podrían recuperar los dos sentidos de circulación.
A pesar de estas afectaciones al tráfico, mientras duren las obras se garantizará el acceso a viviendas, comercios, aparcamientos y espacios culturales, así como el paso de vehículos de emergencias. La carga y descarga quedará restringida a los puntos habilitados para esta finalidad y, como consecuencia, las líneas de autobús que circulan por La Rambla quedarán afectadas. El Ayuntamiento informará, llegado el momento, de las propuestas de transporte alternativas.
Este martes se aprobará inicialmente el proyecto ejecutivo en comisión municipal y luego se licitará la obra para que se pueda comenzar a trabajar en acuerdos necesarios sobre detalles. "La reforma requerirá de mucho diálogo, pequeños pactos y mucha información al ciudadano", ha señalado Collboni.
El presupuesto para el tramo de Santa Madrona a la plaza de Catalunya es de 41,07 millones de euros y este mandato se habrán invertido 48 si se suman las actuaciones de Colom a Santa Madrona. La inversión total en la reforma de la vía será de 55,6 millones de euros, cantidad que incluye los servicios necesarios para realizarla y la redacción de proyectos.
El alcalde ha apuntado que esperan que la remodelación de La Rambla sirva para "estructurar los barrios del entorno" y para empezar a "abordar los retos sociales que tiene Ciutat Vella de seguridad y cohesión" de sus distintas zonas.
También ha afirmado que pretenden que la vía "vuelva a ser un paseo para los barceloneses", lo que no será "fácil ni inmediato". "Probablemente, el reto más apasionante y bonito de transformación será mantener algo que no se hace con piedra: el alma de La Rambla. Queremos que La Rambla lata, porque si late, late Barcelona", ha dicho. Ha añadido que está convencido de que el gobierno municipal estará "a la altura" de las exigencias de la reforma, un "reto histórico".
Fermí Villar, presidente de la asociación de comerciantes y vecinos Amics de La Rambla, ha celebrado que las obras se acorten respecto a las previsiones iniciales. "Arreglar Barcelona sin arreglar esta calle es imposible. Quien no entienda esto, no entiende la ciudad", ha considerado, y ha agregado que aunque "la reforma es muy incómoda", es necesaria "para mejorar La Rambla y por el interés general".
Puestos y terrazas
El Ayuntamiento ha impulsado conversaciones con los responsables de los quioscos de prensa, los puestos de flores -ambos tendrán un nuevo diseño- y las terrazas y les ha comunicado que la idea es que las obras no les afecten. Para ello, se irán reubicando en función de las necesidades de los trabajos.
El gobierno municipal prevé que con la reforma desaparezcan los puestos de los expajareros, pero será necesario esperar a que acabe el proceso judicial en marcha. "No habrá nada que pare el calendario que nos hemos fijado", ha asegurado al respecto el teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle.
Plan de cultura y comunicación
La transformación de la vía, ha explicado Collboni, contempla la puesta en marcha de plan cultural para mantener y mejorar "el músculo" de La Rambla durante y después de las obras. Este prevé que se visibilicen más las propuestas de los distintos equipamientos culturales de la calle.
Asimismo, en el Palau de la Virreina se pondrá en marcha el Espai Rambla, para informar a la ciudadanía de la evolución de las obras.
Así será la futura Rambla
Con la transformación, La Rambla tendrá un solo carril de circulación por sentido de 3,5 metros de ancho, en vez de los dos que hay ahora. Eso permitirá que crezcan las aceras laterales, que serán de un mínimo de tres metros de anchura, y que también se amplíe ligeramente la central.
El pavimento cubrirá toda la vía, con lo que no habrá asfalto, y será de piezas de diferentes formatos de piedra natural, granito y pórfido. En los laterales del paseo central y bajo la sombra de los árboles, habrá bancos y sillas.
Asimismo, están previstos tres grandes "espacios-plaza" con plataforma única en tres de los cruces más singulares: el espacio Moja-Betlem, el Pla de la Boqueria y el Pla del Teatre.
En la parte más cercana al mar de La Rambla, junto al monumento a Colom, se modificará el trazado de la avenida Drassanes para mejorar la conexión con el litoral.
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