El escritor peruano Mario Vargas Llosa se separó de Isabel Preysler hace casi un año. Desde entonces, no han tenido ningún tipo de relación, si acaso, solo se han intercambiado algún que otro dardo envenenado.
El Nobel de Literatura (2010) está a punto de lanzar su nueva novela, Le dedico mi silencio (Alfaguara), la que escribió mientras estaba junto a la madre de Tamara Falcó. A nadie le ha pasado desapercibido el guiño que Vargas Llosa ha querido tener con su exmujer y madre de sus hijos, que es también su prima, Patricia Llosa.
La dedicatoria del libro supone una especie de reconciliación definitiva: "A Patricia", quien desde que se separó de Preysler le ha acompañado en actos, viajes, presentaciones y estancias hospitalarias, como cuando padeció Covid.
La novela, que presentará el próximo día 26 de octubre, llevaba inicialmente por título ¿Un champancito, hermanito?. Sin embargo, posteriormente el Nobel optó por el que es título definitivo, Le dedico mi silencio, lo que se interpretó como un reproche a su exnovia, con quien la relación que mantenían se evaporó del todo. Él se limitó a negarlo cuando se conoció ese cambio.
El tema de la novela, aparentemente, no tiene nada que ver con Isabel. Le dedico mi silencio tiene como protagonista al "vals, nacido en los callejones de Lima, que integró al Perú. Aquí cuento esa historia, y con ella agradezco un secreto amor que me ha acompañado toda la vida: el que siento por la música criolla y, en especial, por el vals de mi país", señaló el autor sobre el contenido de su nueva obra.
Este libro narra la historia de "Toño Azpilcueta, experto en música criolla, que descubre a un guitarrista virtuoso, Lalo Molfino, cuyo talento parece confirmar todas sus intuiciones: el amor profundo que siente por los valses".
El libro comenzó a ser escrito cuando Vargas Llosa e Isabel Preysler todavía convivían. Y será en cuestión de días cuando se pueda leer el resultado, cuatro años después de lo último que escribió el Nobel, Tiempos recios.
Mario Vargas Llosa dejó a su mujer y madre de sus tres hijos, Patricia, para iniciar un largo romance con Isabel Preysler, con quien vivió en la casa de esta en Puerta de Hierro (Madrid). En enero pasado, la pareja rompió y Vargas Llosa escribió sutilmente contra ella y su hija Tamara, con la que también compartió vida en la misma mansión.
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