Activistas climáticos pintaron este jueves de rojo la fachada de la sede en Lisboa de la transportadora lusa Redes Energéticas Nacionales (REN), a la que acusan de declarar "la guerra contra la sociedad y el planeta", en la que fue su tercera acción de protesta esta semana.

El colectivo Climáximo, al que pertenecen los activistas, publicó un vídeo en sus redes sociales en el que mostró cómo cubrió con pintura roja toda la fachada de la empresa, que gestiona la red de transporte de electricidad y gas del país.

"Con el puerto de Sines, sus gaseoductos y la expansión de la terminal de gas natural licuado, esta empresa está eligiendo continuar los funcionamientos de la industria de gas fósil y expandirla en vez de garantizar la transformación necesaria en nuestra red eléctrica", denunció una de las activistas en el vídeo.

Es la tercera acción de protesta que protagoniza el grupo Climáximo en Lisboa en los últimos tres días.

Este martes, varios jóvenes bloquearon el tráfico en la Segunda Circular, una de las carreteras más transitadas de Lisboa y que une el este con el oeste de la ciudad, en plena hora punta de la mañana, para denunciar el "genocidio" que supone la crisis climática.

Un día después, realizaron una acción similar al cortar la calle São Bento, muy cerca de donde se encuentra el Parlamento, para apelar a los legisladores.

"En los últimos dos días paramos el funcionamiento normal para decir a toda la sociedad que necesitamos parar de consentir con este genocidio. Hoy estamos aquí para mostrar a una de las empresas que necesitamos frenar", explicaron este jueves en su vídeo.

Activistas por el clima pintan de color las columnas de la Puerta de Brandeburgo

Las acciones de protesta por la justicia climática aumentaron en Portugal, donde la semana pasada otras activistas lanzaron pintura verde al ministro de Medioambiente, Duarte Cordeiro, durante un acto público organizado por la cadena de televisión CNN al grito de "este es el último invierno con gas".

Un día después, Climáximo pintó de rojo la entrada de la Feria Internacional de Lisboa (FIL) durante la realización del World Aviation Festival, que, a su criterio, reunía a "los mayores criminales del siglo".