Santiago, el camarero que abusó de su hija y la ofrecía por Internet: 'cazaba' menores, ya había sido detenido antes y EE UU lo vigilaba

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un varón por presuntamente agredir sexualmente a su propia hija, de pocos meses, y utilizar diferentes redes sociales y servicios de mensajería instantánea para descargar y difundir los contenidos.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un varón por presuntamente agredir sexualmente a su propia hija, de pocos meses, y utilizar diferentes redes sociales y servicios de mensajería instantánea para descargar y difundir los contenidos.
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un varón por presuntamente agredir sexualmente a su propia hija, de pocos meses, y utilizar diferentes redes sociales y servicios de mensajería instantánea para descargar y difundir los contenidos.
El hombre detenido por presuntamente agredir sexualmente a su propia hija.
Externos

Santiago y su novia, de 25 y 23 años respectivamente, una pareja dedicada a la hostelería, tenían una hija en común y vivían en el municipio madrileño de Pinto. Su historia puede asemejarse a la de cualquier otra relación de jóvenes trabajadores dedicados a sus hijos. Sin embargo, el pasado martes se destapó el infierno que se escondía puertas adentro: la Policía informó de su detención por agredir sexualmente a su bebé, grabar las agresiones, compartirlas por Internet y ofrecer a su pequeña hija a otros hombres.

El padre se encuentra actualmente en prisión provisional por presunta agresión sexual a la menor, -que en el momento de los hechos era menor de un año-. La madre de la bebé y pareja de este, de quien se desconoce su identidad, también fue arrestada por distribución de pornografía infantil. Sin embargo, ya se encuentra en libertad tras haber sido exculpada por el juez.

Aunque fue esta semana cuando se informó de su detención, fuentes policiales consultadas por 20minutos no han precisado la fecha exacta de su arresto.

Depredador sexual

El padre y agresor de la pequeña, Santiago, nació en Venezuela, aunque pronto se trasladó a España, según cuenta El Mundo. Una vez aquí, sus padres se vieron obligados a echarle de casa cuando era adolescente después de pegarle una paliza a su padre, motivo por el cual tuvo que empezar a ganarse la vida como camarero en Madrid

Ya emancipado y con residencia en la capital, el joven comenzó a acudir a zonas céntricas como la Plaza de España o el Templo de Debod en busca de niños o adolescentes a los que trataba de embaucar para mantener relaciones sexuales, tal y como han confirmado algunas fuentes al medio citado. Siguiendo esta misma línea, también trataba de seducir a los menores a través de diferentes perfiles en redes sociales, incluso flirteaba con los hijos de sus amigos.

Por su parte, de la madre de la niña, de nacionalidad española, no han trascendido muchos datos. Se sabe que cuando conoció a Santiago -se desconoce la fecha- se encontraba en proceso de cambio de sexo. Las autoridades sospechan que él se oponía a ese cambio y que la dejó embarazada para impedir que siguiera adelante con el proceso. 

Detenido tres veces en tres años

Aunque ha sido ahora cuando se ha conocido la monstruosidad de las presuntas acciones de Santiago, la Policía ya hace mucho tiempo que le seguía la pista. En 2021 lo arrestó por primera vez por compartir pornografía infantil a través de Facebook, según informa ABC. No obstante, quedó en libertad provisional, aunque los cuerpos de seguridad continuaron vigilándole.

Paralelamente, las autoridades estadounidenses de HSI (Homeland Security Investigations, rastreadores de la deep web), también comenzaron a seguirlo tras detectar que tenía gran actividad en entornos de pedofilia y pederastia. Por ello, en septiembre de 2022 dieron la voz de alarma al Grupo I de la Sección de Protección al Menor, de la Unidad Central de Ciberdelincuencia. 

Esta información llevó a las autoridades españolas a investigar de forma más exhaustiva el entorno del joven. En este proceso pudieron averiguar que la pareja tuvo una hija en mayo de 2022, lo que elevó la alerta y aceleró aún más las investigaciones. 

Tras conseguir una orden judicial, los agentes pudieron proceder a registrar la vivienda de la pareja en Aluche, Madrid, en diciembre de 2022. En el domicilio encontraron gran cantidad de imágenes y vídeos sobre pornografía infantil y pedofilia, que, además, se distribuía a terceros. Los agentes requisaron dos teléfonos y un ordenador para analizar su contenido en profundidad. Santiago fue detenido de nuevo, pero volvió a quedar en libertad posteriormente.

Restos de droga y heridas

En esa intervención, la Policía pudo observar como el piso en el que vivían los tres se encontraba en pésimas condiciones de salubridad: las colillas y la ceniza abundaban por el suelo, había restos de droga, la cocina se encontraba muy sucia y, además, la niña presentaba diferentes heridas provocadas por las mascotas con las que cohabitaban. Se dio parte a la Comunidad de Madrid, que semanas después ordenó que los servicios sociales se hicieran cargo de la pequeña. 

En enero de 2023, los investigadores comenzaron a analizar minuciosamente los dispositivos confiscados. Después de varios meses, los agentes hallaron ocultos varios vídeos e imágenes en los que el padre aparecía abusando sexualmente de la pequeña en su domicilio. 

Como consecuencia, en septiembre de 2023 los agentes acudieron a la nueva vivienda donde residía la familia, que se había mudado al municipio madrileño de Pinto. Allí encontraron el balancín y unos peluches de la niña, pues creían que era cuestión de tiempo que los servicios sociales les devolvieran a su bebé, que actualmente tiene 17 meses. 

En este segundo registro, además, hallaron más archivos de índole sexual, algunos de ellos en la cuenta de Telegram a nombre de la mujer. Como consecuencia, ambos fueron arrestados. Sin embargo, Santiago reconoció que toda la culpa es suya: "Ella no tiene nada que ver. Yo utilicé su cuenta de Telegram para guardar más archivos, pero a sus espaldas". Por ello, el juez ya la ha dejado en libertad.

Durante la detención, además, los agentes mostraron a la mujer las imágenes halladas en los dispositivos de su pareja, lo que le produjo vómitos y llanto. No obstante, esta aseguró desconocer totalmente que su pareja había abusado de la niña. 

Los abuelos piden su custodia

A la espera de ser juzgado, el detenido podría enfrentarse a una condena de hasta 25 años de prisión por posesión y distribución de pornografía infantil, así como por agresión sexual agravada -dado que la víctima es menor, y además, su hija-. Por su parte, la mujer ha quedado en libertad, y las autoridades creen en su inocencia, aunque la Policía la mantiene vigilada.

Tras esta última detención, el juzgado ha llevado a cabo la retirada de la patria potestad de la bebé a sus padres. Como consecuencia, los abuelos habrían solicitado la custodia de la pequeña, según informa ABC. No obstante, aún se desconoce si finalmente les ha sido concedida. 

En casos similares en los que los progenitores son privados de la custodia de un hijo, los tíos de la familia también tienen opciones de hacerse cargo del menor. 

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