Más de 2.000 años de historia contemplan a Zaragoza, que sin perder la esencia de las culturas que la han habitado desde su fundación ha sabido colocarse a la vanguardia. Su capacidad de adaptación a los nuevos estándares del siglo XXI, y su constante mirada al futuro, la han convertido este año en la cuarta ciudad del país en población y hoy la hacen merecedora del Premio Ciudad 2023 de 20minutos.

La conexión de AVE con Madrid (2003) marcó un antes y un después para la urbe y el cambio se aceleró con la Exposición de 2008 dedicada al agua. Se logró visibilidad internacional y se recuperaron las riberas del Ebro, que estrenaron un recinto que hoy es un espacio para el ocio, la cultura y la empresa. 

Porque la ubicación privilegiada de Zaragoza –a medio camino entre Madrid y Barcelona y cerca de Bilbao, Francia y Valencia– la han convertido en un nodo de interés. Gigantes como Inditex tienen sede desde hace años, otros como Amazon llegaron hace poco y algunos que ya operaban desde la ciudad preparan su ampliación, como Saltoki, que abrirá un macrocentro logístico.

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El crecimiento empresarial se ha conjugado con nuevos desarrollos residenciales, como el reciente Barrio del AVE, y se ha acompasado con una revolución en movilidad. En 2011 se estrenó un tranvía que no ha dejado de acumular premios y, a la par, se ha ido tejiendo una extensa red de carriles bici. Ahora, la ciudad afronta la electrificación de sus buses urbanos y avanzará aún más tras haber sido elegida por la Comisión Europea como una de las 100 ciudades llamadas a ser climáticamente neutras en 2030.

Todo ello convive con una vasta oferta cultural. La basílica del Pilar recibe más de cinco millones de visitas cada año, turistas que a la vez pueden disfrutar de obras del pintor aragonés más ilustre, Francisco de Goya, o de festivales como el Vive Latino. 

Esta es una de las incorporaciones más recientes a la agenda zaragozana, en la que octubre está marcado en rojo por las fiestas del Pilar, con su espectacular Ofrenda de Flores y actividades para todos los públicos, a los que la capital aragonesa siempre recibe con los brazos abiertos.