La sequía ha reducido la producción de marihuana: la falta de agua ha matado a las plantas

  • Las plantaciones cada vez se adaptan mejor a los nuevos cambios climáticos.
Parte del conjunto de invernaderos donde se ha localizado la plantación de marihuana.
Parte del conjunto de invernaderos donde se ha localizado la plantación de marihuana.
Ignasi Gómez
Parte del conjunto de invernaderos donde se ha localizado la plantación de marihuana.

Los Mossos creen en la probabilidad de que la sequía puede haber ayudado a reducir la producción de marihuana en plantaciones exteriores en la provincia de Lleida. Según comenta Jordi Faduro, jefe de investigación de la ABP Segrià (Pla d'Urgell), la escasez de agua ha provocado un aumento de “mortalidad” en muchos cultivos de plantaciones ilegales.

Así pues, la policía catalana asegura que estas plantaciones son cada vez más “profesionales”, y logran adaptarse a las nuevas condiciones climáticas adversas con invernaderos que proporcionan seguridad a las plantas. Los responsables que se encuentran detrás de estos cultivos, cada vez se manejan mejor en el sector y logran funcionar como grandes empresas multinacionales.

Plantación ilegal en 14 túneles de invernadero

Los Mossos d’Esquadra ya están al corriente del caso y tratan de ponerle fin con una campaña en contra de los cultivos exteriores de marihuana a Ponent. Además, los agentes se han encontrado con una plantación ilegal en 14 túneles de invernadero que fue desmantelada en Almatret (Segrià), con 1.800 plantas. Fadurdo supone que esta técnica podría ser causada por las nuevas condiciones climatológicas.

De todas formas, los Mossos consideran la opción que si no se han encontrado con un número más elevado de plantaciones, ha sido a consecuencia de la sequía, que ha limitado a gran parte del sector. Así se puede observar en el caso de Almatret, dónde se encontraron más de 2.000 plantas, pero que de no haber sido por la escasez de agua, podría haber llegado a 5.000.

Un nuevo modus operandi

Los Mossos también se han percatado de que ya no hay plantaciones de marihuana escondidas entre el maíz, modus operandi, el cual, era muy habitual en los últimos años. Con la ayuda de drones y helicópteros era muy fácil encontrarlas, por lo que las organizaciones criminales han decidido alejarse de la población y recurrir a otros lugares de difícil acceso, como zonas boscosas del Pirineu, Soriguera, Pallars o Alt Urgell.

Estas zonas se encuentran alejadas de la civilización y se encuentran en puntos estratégicos que ayudan a transportar con mayor facilidad la mercancía hacia el mercado principal: el norte de Europa.

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