Miguel Bosé cumplió con su promesa y visitó El Hormiguero este martes tras su última ausencia del programa de Pablo Motos por enfermedad el pasado 6 de septiembre.

El presentador destacó que su cuerpo había pagado las consecuencias del atraco que sufrió el artista hace un mes en su casa de México: "De repente vi unas caras que no conocía y que me estaban encañonando", recordó.

"No eran profesionales porque nos ataron a mis hijos y a mí con los cordones de las zapatillas, pero es verdad que no hubo nada violencia física, pero sí muchos insultos", comentó Bosé.

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El cantante siguió contando que "dialogué con ellos para que metieran a los niños en una habitación todos juntos, que estuvieron más de dos horas sin moverse, y yo les llevé por la casa abriendo las cajas fuertes".

"En un momento dado, el jefe de los asaltantes me miró, me reconoció, y me dijo que era fan mío. Incluso uno de los de la banda se quiso hacer un selfie conmigo, pero no le dejaron", afirmó Bosé.

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"Se llevaron todo lo que quisieron, hasta unas maletas de cierta marca que me parecían horribles. Eso sí que les agradecí que se lo llevaran", reconoció.

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Eso sí, "a todos ellos los dirigía una mujer desde la distancia. A mí me dejaron atado de pies y manos cubierto de almohadas hasta que mi hijo Tadeo se liberó porque su vigilante le dejó las cuerdas sueltas".

Para concluir, el cantante, que acudió al programa de Antena 3 para presentar la serie documental original de Movistar Plus+ Bosé renacido, aseguró que "fue una experiencia para olvidar lo antes posible".