La heredera al trono, Leonor de Borbón, ha completado el módulo de formación militar básica del combatiente en la Academia General Militar de Zaragoza, donde ingresó el pasado 17 de agosto.

Previamente, la dama cadete Borbón Ortiz, al igual que sus compañeros de promoción, han tenido que superar diversas pruebas, algunas de gran 'dificultad'. 

El 'premio' es que la heredera ya es apta para lucir la llamada boina 'grancé', la de color rojo que llevan militares que acompañan a los alumnos de la Academia durante su instrucción.

La princesa Leonor como cadete Borbón

Conseguirla no ha debido de ser fácil, pues la dama cadete Leonor Ortiz, al igual que los otros soldados de primer año, han tenido que superar momentos 'complicados'.

Por ejemplo, paso de pista de combate, paso ligero desde el campamento de María Cristina cantando versos de Calderón de la Barca y ser tirados a la piscina con uniforme, su mochila y todo el equipo militar encima.

Así lo ha informado el Mando de Adiestramiento y Doctrina, aunque no especifica si Leonor en particular ha sido tirada a la piscina uniformada y con su petate.

Lo que sí es cierto es que la hija mayor de los reyes, que no cumplirá 18 años hasta el próximo día 31 de octubre, sí ha tenido que afrontar un aprendizaje duro físicamente. 

En esta fase de formación se incluyen marchas, recorridos topográficos, ejercicios de tiro con fusil de asalto y pistola, ejercicios de fuego real con diversas armas individuales y colectivas e instrucción individual, tanto de día como de noche.

Es de suponer, que la princesa de Asturias, como todos, entre otras cosas, ha tenido que arrastrarse por el barro y pasar por debajo de una alambrada, un adiestramiento al que Leonor habría hecho frente en su propia casa antes de acudir a la Academia con un entrenador de la propia Guardia Real.