En la misa funeral de la cantante María Jiménez, fallecida la pasada madrugada en Sevilla a los 73 años, se ha celebrado un homenaje de baile y de cante a modo de recuerdo por su aclamada trayectoria artística.

El féretro ha recorrido Sevilla este viernes en dirección a la parroquia de Santa Ana, en Triana, donde se ha oficiado una misa fúnebre. Durante la mañana ha estado abierta de nuevo la capilla ardiente, antes de su marcha al templo y al cementerio de Sevilla, donde será enterrada.

Los restos mortales de la artista han salido del Ayuntamiento en un coche de caballos, escoltado por dos motoristas de la Policía Local, con destino a la parroquia; recorriendo las calles Hernando Colón, Alemanes, García de Vinuesa, Arfe, Antonia Díaz, Paseo de Cristóbal Colón, el puente de Triana, la plaza del Altozano, Pureza y Santa Ana.

Ha sido en dicho templo donde se ha podido disfrutar, entre canciones, de un emocionante homenaje en el que se ha interpretado Bulevar de los sueños rotos, de Joaquín Sabina, y la sevillana Triana, contigo vida mía, entre otras canciones.

Tras los cantes y homenajes, los presentes se han arrancado a aplaudir en honor a María Jiménez.

Este jueves también se vivió un acto similar en honor a Jiménez. Fue en el Salón apeadero del Ayuntamiento de Sevilla, ante el féretro con los restos mortales. El bailaor Sergio González marcó unos pasos que dejaron bonitas imágenes para el recuerdo. 

González, quien era amigo y excompañero de la artista, despidió al ritmo de la melodía de Joaquín Sabina Nos sobran los motivos, un tema que ella versionó.

Por su parte, otro amigo de la cantante, Emilio, le rindió homenaje interpretando unas clásicas sevillanas de Triana con fondo de guitarra.

Una vez finalizado el acto, el féretro, cubierto por el manto de Santa Ana, ha sido reinstalado en el coche de caballos para ser conducido hasta el cementerio de San Fernando.