La investigación policial continúa para la youtuber Ruby Franke, madre de una familia numerosa de seis hijos con los que había construido un imperio en redes sociales. 

Ahora, la estadounidense proveniente de Utah, ha sido imputada con seis cargos de maltrato infantil, según informa NBC. Su socia, Jodi Hildebrandt, también involucrada en el abuso, también ha sido imputada con seis cargos en el condado de Washington. 

Según el fiscal de la ciudad, creen que ambas han causado "heridas físicas graves" de tres maneras: "con tortura o agresión", "con malnutrición y hambruna peligrosa para la vida" y "con un daño emocional severo".

También han dejado claro que cada cargo supone una sentencia de hasta 15 años de cárcel y una multa de 10.000 dólares. Será el próximo 8 de septiembre cuando ambas declaren hasta los tribunales. 

Esta situación judicial dio comienzo el pasado 31 de agosto cuando uno de sus hijos de 12 años escapara por una ventana y pidiera ayuda a los vecinos, que llamaron a la policía. 

En la vivienda, perteneciente a Jodi Hildebrandt, también encontraron otra pequeña de 10 años con heridas y signos de malnutrición. Los investigadores aseguran que han encontrado pruebas que corroboran que habían sido atados. 

Tuvieron que ser traslados rápidamente al hospital. El resto de sus cuatro hijos, Shari, Chad, Abby y Julie, fueron puestos a disposición de los Servicios Sociales de Utah. En redes sociales, la más mayor celebró la noticia y hasta la hermana de Ruby aseguró que la detención era "necesaria". 

La revista People se ha puesto en contacto ahora con el vecindario, que ha asegurado que se han sorprendido con la noticia, pero sospechaban que algo raro estaba pasando.

"Veíamos su presencia en el barrio casi a diario, y luego dejamos de ver a los dos más jóvenes por aquí", ha revelado uno de los vecinos: "Fue un gran cambio. Para la mayoría de nosotros, no parecía un comportamiento delictivo. Simplemente, teníamos curiosidad qué pasaba".

También han dado una explicación para la localización del crimen. "Viajó al sur de Utha, a la casa de Hildebrandt, con los más pequeños, y dejó a los adolescentes solos, a cuatro o cinco horas de distancia. Es extraño", han comentado.