La caída en desgracia de Scooter Braun, el mánager de las estrellas al que todas abandonan

El mánager Scooter Braun, en 2021.
El mánager Scooter Braun, en 2021.
Michael Buckner / Getty
El mánager Scooter Braun, en 2021.

La historia de Scooter Braun es el clásico tropo literario del auge y caída, también tantas veces llevado al cine. Pero en el caso de este mánager neoyorquino de 42 años, esa sensación de estar al borde del precipicio se está dando demasiado pronto. Sobre todo, en la industria musical. Quizá habría que hablar entonces de un Ícaro moderno que creyó que esas alas que había construido a base de artistas de renombre jamás le fallarían, que nadie le abandonaría. Pero hoy por hoy el goteo de estrellas que se están desvinculando de su nombre y de su empresa de management es incesante y, parece, imparable: Demi Lovato, Idina Menzel, Ariana Grande y, aunque por ahora solo es un rumor, Justin Bieber. Entre muchos otros.

Aunque ya llegaremos a ella, no todo comenzó con su gran archienemiga Taylor Swift, sino montando fiestas espectaculares. Nieto de supervivientes de Holocausto, criado en la religión judía, con cuatro hermanos —dos de ellos adoptados y de origen mozambiqueño—, el Scott Samuel Braun que vuelve de la Universidad de Atlanta es un joven que disfruta siendo el organizador de enormes juergas para solaz de artistas como Eminem.

Su buen ojo para los negocios lo complementa con ser, en pocas palabras, un "tío guay": ese que te soluciona cualquier problema, que está siempre pendiente y en el que puedes confiar. Eso es lo que hace que el rapero Usher se fije en él y lo acoja como su representante. Estamos todavía a mitad de la primera década del milenio, pero Scooter, en una grabación casera que ve en la recién creada web de vídeos YouTube, está a punto de cambiar su carrera y, sobre todo, crear de una estrella. El joven canadiense de 12 años que le encandila cantando es Justin Bieber y hará de él la estrella que es hoy.

¿Cómo hemos llegado entonces al 2023 en el que medios estadounidenses afirman, aunque sin confirmación oficial, que hace meses que no se hablan, que hay abogados estudiando el caso para separar sus caminos y que hasta se especule que Justin Bieber no saca nuevo disco y suspende sus giras porque quiere abandonarlo para siempre? ¿Cómo afirma The Hollywood Reporter que alguien está a punto de soltar una bomba informativa sobre él? Hay que volver a remontarse atrás y, ahora sí, a Taylor Swift.

Cómo cabrear a la mayor estrella del mundo musical

"La definición del privilegio de la masculinidad tóxica en la industria". Con esas palabras tan duras describió Swift a Braun en uno de sus discursos más importantes: el de la entrega del premio Billboard como Mujer de la Década. Aprovechar ese momento para atacar a alguien es porque el daño es real.

La adolescente Swift que empezaba en la industria firmó un contrato tan descabellado a día de hoy que en 2018, 15 años después, lo rompía para marcharse a la competencia. Lo hacía entre lágrimas, porque eso significaba que los derechos de sus canciones se los quedaba su compañía inicial, Big Machine Records, y su dueño, Scott Borchetta.

Borchetta sabía que Swift detestaba a Braun por, como ella misma llegó a decir, un "acoso manipulador" que duró años, queriendo siempre menospreciarla y ponerle trabas a su carrera. ¿Alguien recuerda cuando Kanye West subió al escenario e interrumpió el discurso de una aún jovencísima Swift? Kanye aún no era representado por Braun —es llegaría en 2016—, pero sí eran amigos. A saber qué opinión tendría su familia de los comentarios antisemitas del año pasado del rapero.

Aún así, Borchetta le vendió todo su catálogo a Braun por 300 millones de dólares: más de la mitad de ese dinero era por el catálogo de Swift. Seis discos y todo el trabajo en manos (y en ganancias) de su peor enemigo. La respuesta de Swift ha marcado historia: los está regrabando uno por uno —saldrá otro en octubre y le quedarían dos, Taylor Swift y Reputation, el primero y el último de esa etapa—, haciendo perder millones a Braun, que si bien vendió de nuevo el catálogo por 400 millones, ahora podría ser milmillonario si hubiese tratado bien a Swift.

Porque los y las swifties del mundo conocen esta historia y ya nadie escucha las primeras versiones, sino que es tal el amor hacia la artista que solo se escuchan sus regrabaciones. Hasta Braun ha tenido que reconocer que pecó de "arrogante" con aquella estratagema empresarial. El tiro le salió por la culata y, ahora, parece que la historia se repite.

Abandonen el barco

J Balvin fue el primero, este mismo 2023, en preferir que sea Jay-Z y su agencia, Roc, quien le represente. Pero este verano, en apenas unas semanas, Demi Lovato e Idina Menzel, que habían con él en 2019, se marchaban de SB, la empresa de Scooter Braun. Los representantes de Carly Rae Jepsen, BabyJake y Asher Roth también han confirmado que ya no son parte del catálogo del mánager. Y, como último clavo de la cruz, Ariana Grande, quien lleva con él desde 2013.

Hasta el productor Jack Antonoff, íntimo de Taylor Swift, ha subido un meme a su Instagram riéndose de que todas las estrellas estén abandonando a Braun. Pero la historia puede ser más que sencilla. Al menos, eso mismo ironizó el propio Scooter, que no es precisamente la persona más abierta de la industria, al ironizar con un tuit. "Última Hora: ya no me represento ni a mí mismo", escribió.

Y puede que algo de cierto haya en todo este lío. En abril de 2021, el mismo año que se divorció —tras siete años de matrimonio con la activista sanitaria Yael Cohen y tres hijos en común— Braun vendió por algo más de mil millones de dólares su empresa a HYBE, ungrupo coreano especializado en K-Pop —siendo una de sus bandas representadas los todopoderosos BTS—.  Este pasado mes de junio, Braun ha sido nombrado presidente.

Aquí hay dos teorías: por un lado está la de que a Braun ya no le interesa el negocio de la representación y de ser agente, sino que prefiere vivir de ser un empresario y directivo de una compañía valorada en unos 12.000 millones de dólares; pero por otro, que les ha hecho otra jugarreta a sus representados, pues de la venta hasta entonces él se habría embolsado una cantidad enorme de dinero, dejando apenas las migajas para los verdaderos artistas, algo que ha dolido en el ego a, sobre todo, quienes ya eran estrellas antes de que él les representase.

Quizá por eso apenas le queda Justin Bieber a su lado, al menos mientras no haga oficial que se va de su lado. Y quizá también por eso tampoco le importa mucho haber volado tan cerca del Sol y ser odiado por todos aquellos que le llevaron hasta allí y gran parte del público. Quizá esté cayendo a la vista de todos, pero él sabe que puede tratarse de una larga y placentera caída que no acabe nunca.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento