Entrevista

Mario Amorós, biógrafo de Allende: "EEUU no podía permitir que Chile triunfara y ayudó en el golpe de Estado"

Mario Amorós, autor de la biografía de Salvador Allende.
Mario Amorós, autor de la biografía de Salvador Allende.
Cristina Candel / Cedida por Capitan Swing
Mario Amorós, autor de la biografía de Salvador Allende.

El 11 de septiembre de 1973, el Palacio de La Moneda fue bombardeado por militares chilenos. Aquel golpe de Estado no solo provocó la muerte del presidente Salvador Allende, sino que marcó el futuro de Chile y a generaciones en todo el mundo. Un mes antes de aquel suceso nació en Alicante el doctor en Historia y periodista Mario Amorós, que años después, influido por aquel símbolo de resistencia democrática, decidió contar la historia del mandatario latinoamericano. En esta biografía actualizada que ahora presenta, Salvador Allende. Biografía política, semblanza humana (Capitán Swing), narra la trayectoria política y lo que llevó a aquel joven médico de Valparaíso a promover durante la Guerra Fría una revolución socialista a través de las urnas. 

Amorós, que cuenta con veinticuatro publicaciones, entre las que destacan las biografías del cantautor Víctor Jara y el dictador Augusto Pinochet, atiende a 20minutos  para contar cómo aquel experimento político terminó generando una resistencia armada. Y no solo por parte de la oposición y el Ejército chileno, sino también de un Gobierno estadounidense que haría todo lo posible por evitar que una revolución socialista triunfara.

La historia de América Latina está plagada de acontecimientos como el de Chile, pero no todos se rememoran cada año en todo el mundo. ¿Por qué sigue tan presente?Es el golpe emblemático del siglo pasado. Fue el fin cruento y sangriento de une experiencia política única en el siglo XX que despertó una gran esperanza en el mundo de entonces. Hay que situarse en el contexto de la Guerra Fría, tres años antes habían matado al Che en Bolivia, icono de la vía revolucionara armada. Mientras Europa ponía fin con la Primavera de Praga a la democratización de los llamados socialismo, en Chile ganaba un candidato marxista las elecciones tras cuatro intentos. Buena parte de la humanidad tenía sistemas políticos y económicos socialistas. Sin embargo, Chile parecía demostrar que era posible un segundo camino al socialismo que planteaba que había otra vía a la vía armada revolucionaria. Las imágenes del golpe de Estado, el bombardeo a La Moneda y el dramatismo del discurso de Allende dieron la vuelta al mundo. A la semana del golpe los periodistas extranjeros entraron en Chile y enviaban crónicas de lo que estaba pasando en la represión del estadio Nacional o el funeral de Neruda. Todo ello contribuyó a agigantar lo ocurrido.

¿Cómo un chico procedente de una familia acomodada acabó llamando a la revolución y la lucha obrera?Su madre es hija de una familia de la aristocracia chilena y su padre es hijo de masones distinguidos que eran abogados y médicos. Sin embargo, ese niño en Valparaíso va a un instituto público, el Liceo Eduardo de la Barra, y en aquella época conoce a un obrero anarquista, Juan Demarchi, que había escapado de Italia para no luchar en el Ejército italiano y plantó la semilla política en Allende. Le habló del anarquismo y de las luchas de los trabajadores, lo que provocó que tuviera siempre un pensamiento libertario en su ideología política. Luego hay más circunstancias que le hacen ser quién es. Estudia Medicina en un país con un sistema sanitario muy endeble y una gran pobreza y al llegar a la universidad participa en la lucha contra la dictadura del del coronel Ibáñez y después en la fundación del Partido Socialista.

Señala en el libro cómo a lo largo de la carrera política de Allende tuvo que luchar contra el dogma y criticó abiertamente lo que no le gustaba, incluida la URSS.El Partido Socialista chileno era un partido muy peculiar en aquella época. Estaba distanciado de Moscú y tenía aliados de todas las divergencias dentro del campo socialista. Cuando expulsan a la Liga de los Comunistas de Yugoslavia de Tito del movimiento internacional, los socialistas chilenos mantuvieron buenas relaciones con ellos. Allende supo convivir dentro de un partido muy ideológico con líderes y caudillos locales y regionales. Supo crear alianzas que creía que eran imprescindibles, como la creada con el Partido Comunista para que la izquierda en Chile tuviera una alternativa de izquierdas como no había otra en América. En el año 58 pierde las elecciones por 34.000 votos, pero empezó a convertirse en el líder de esa izquierda chilena. 

Y terminó convenciendo a buena parte de la sociedad.Recorrió el país en infinidad de ocasiones y entendía bien a su pueblo. Tendía un programa que planteaba grandes cambios. En Chile las minas de cobre estaban en manos norteamericanas y planteó una reforma agraria en un país donde la tierra era como en el tiempo de la colonia española: grandes latifundios y miles de campesinos sin tierra que se morían de hambre. La aspiración al socialismo era una propuesta que parecía viable en el mundo en los años 50 y 60. Eran los tiempos de la Revolución cubana, Vietnam, el imperialismo en América Latina... Allende tuvo la capacidad de sumar votos más allá de los comunistas y socialistas. Se repuso de una derrota muy dura en el 64, cuando hicieron una campaña atroz de propaganda contra él. Y en el año 1970 terminó ganando las elecciones.

Desde su elección en las urnas hasta que el Congreso lo revalidó se vivieron semanas convulsas. ¿Qué ocurrió?La derecha y un sector de la Democracia Cristiana afín al todavía presidente Eduardo Frei intentaron por vías constitucionales que Allende no fuera elegido presidente por el Congreso Nacional, pidiendo que se apoyaran al candidato de la derecha, que había quedado segundo. Eso fracasó y comenzaron a producirse movimientos de oficiales medios de las fuerzas armadas, aliados con la derecha, que intentaron una suerte de golpe Estado pidiendo interrumpir el proceso constitucional y unas nuevas elecciones. Eso tampoco tiene éxito y lo siguiente es que Estados Unidos ordena la agresión encubierta y dice a la CIA que si es necesario se apoye un golpe de Estado antes de que Allende llegue al poder. 

Pero en aquel momento no ocurrió.Una de las cosas por la que fracasa es por la persona que estaba al frente del Ejército. Un general democrático constitucionalista, René Schneider, que ya había dicho antes de la votación que los militares nada tenían que decir ante el proceso electoral y que les correspondía respetar la Constitución de Chile. El propio Schneider sufre el 22 de octubre un atentado por un grupo de extrema derecha financiado y armado por la CIA. En ese clima, Allende asume la presencia el 24 de octubre y un día después Schneider muere a causa de las heridas.

¿Cómo fue la relación de Allende con el Ejército durante su mandato?Se reservó las facultades que tenía el presidente de la República respecto a las Fuerzas Armadas y nombró al general Carlos Prats como nuevo jefe de Ejército. Prats tuvo un comportamiento impecable durante aquellos años. Fue ministro de Interior después del paro de los camioneros en octubre del 72 y ministro de Defensa en agosto del 73, pero sufrió una campaña de asedio psicológico muy fuerte desde la derecha y la extrema derecha. La concentración de centenares de personas ante su residencia cuando estaba enfermo terminaron por provocar su dimisión, considerando que su figura estaba muy debilitada. Tras la renuncia, recomendó a Allende que designara a su número dos como jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Augusto Pinochet. Prats creía que este podría llamar a retiro a algunos generales que estaban comprometidos con la conjura golpista y reconducir un poco la situación. Allende siempre hablaba de la supuesta excepcionalidad democrática de las Fuerzas Armadas y exaltaba esa adhesión a la democracia del Ejército de Chile. Ahí se equivocó.

¿Qué papel jugó Estados Unidos?Por un lado despliega una agresión en cubierta en términos económicos y diplomáticos. Intenta boicotear la acción exterior de Chile, decreta un bloqueo económico del país, ya que las industrias se alimentaban de repuestos de Estados Unidos. Esto provocó un grave problema a partir del año 1972. Por otro lado financió con millones de dólares a la oposición política, a sectores terroristas fascistas y a la prensa opositora. Todas estas tácticas de desestabilización, de polarización social y de fomentar el caos económico contribuyeron a preparar las condiciones posibles para el golpe de Estado. El papel de Washington en el éxito del golpe fue muy importante, pero no exclusivo, ya que creo que las causas principales fueron internas.

Allende reflexionó mucho sobre hacer la revolución a través de las urnas. ¿Fue esa vía socialista pacífica la que provocó que Estados Unidos interviniera?Esa fue la razón principal, más allá incluso que la nacionalización de las minas de cobre. Las hostilidades de Nixon tienen que ver con esa propuesta de socialismo democrático y revolucionario, pese a que Allende no se consideraba socialdemócrata. Para EEUU era muy peligroso que triunfara. En países europeos como Italia o Francia, claves en el tablero de la Guerra Fría, los partidos comunistas obtenían más del 30% de los votos y eran alternativa a los Gobiernos. Si Chile tenía éxito esa experiencia se podía replicar. El propio Henry Kissinger dijo que "no podían permitir que un país caminara hacia el comunismo por la irresponsabilidad de su propio pueblo". Esa era la doctrina de Washington tras la revolución cubana: pararlo con invasiones militares como la de República Dominicana o con golpes de Estado como el de Brasil.

¿Qué ha significado Allende para la historia reciente de Chile?Dejó una huella política, social y cultural imborrable en la historia de Chile. No solo por su trabajo o su muerte, sino porque durante casi medio siglo fue parte fundamental de la organización de la izquierda chilena. Todavía hoy hay una gran cantidad de exposiciones, actos, libros y publicaciones que recuerdan todos los aspectos de ese Gobierno. Decidió morir en La Moneda cuando tenía 65 años porque creía que no podía entregar el poder democrático que le habían entregado en las urnas a unos golpistas. Él creyó que con su sacrificio marcaría para siempre a los golpistas y convirtió a Pinochet en sinónimo de ignominia, de dictador entronizado desde la tradición a su presidente. La dictadura quedó prácticamente aislada y despreciada por la comunidad internacional. Ese fue un legado político y moral muy importante para la izquierda. Aquello hizo que muchos países fueran solidarios con el exilio chileno y después con la lucha por la recuperación de la democracia en Chile tras 17 años de dictadura. Allende es el recuerdo de un presidente digno que intentó transformar la sociedad chilena y hacer un país más justo.

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