A la boda más esperada del año, acontecida el pasado 8 de julio, le sigue una luna de miel digna de sus famosos novios: intensa y abundante, tanto en días como en experiencias.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva han dejado Ciudad del Cabo y su hotel colonial con encanto para trasladarse a uno de los parques nacionales más importantes de África, el Kruger, cerca de Johanesburgo. Concretamente, la pareja está alojada en la reserva Sabi Sabi, una lujosa instalación con piscina privada en la habitación y amplio jardín, según ellos mismos han compartido en su Instagram.

Desde allí se han movido en un jeep ocupado solo por ellos dos al parque Kruger, uno de los paraísos más importantes de África para ver todo tipo de animales salvajes. Así, los novios han contemplado manadas de elefantes, leones jugando delante de ellos, jabalíes, cebras, rinocerontes, tigres, antílopes...

Como las temperaturas a primera hora de la mañana y por la noche bajan mucho, los recién casados lucen vestidos total look de safari, con sombrero incluido, y tapados con mantas.

La habitación donde se alojan reúne todo tipo de confort, con vistas al parque e instalaciones lujosas, incluyendo un selecto catering al borde de la piscina y regado con vino.

Tamara e Ìñigo llevan más de tres semanas de viaje de novios, un periplo que ha estado a punto de interrumpirse por la terrible e inesperada muerte de Marta Chávarri, madre de su primo favorito, Álvaro Falcó, el pasado 21 de julio.