La Fed sube los tipos a máximos en 21 años, mientras el BCE se prepara para elevarlos 0,25 puntos más el jueves

Tipos de interés de los principales bancos centrales a 16 de julio de 2023.
Tipos de interés de los principales bancos centrales a 16 de julio de 2023.
Carlos Gámez
Tipos de interés de los principales bancos centrales a 16 de julio de 2023.

La Reserva Federal se ha despertado de su pausa y ha subido los tipos de interés del dólar —la divisa que mueve la economía mundial— otros 0,25 puntos. De esta forma, el organismo que preside Jerome Powell se ciñe al guion que habían establecido los mercados, que daban por hecha la subida, y eleva el precio oficial del dinero hasta un rango entre el 5,25 y el 5,5%, su nivel más alto desde 2001. 

La Fed ha subido los tipos por undécima vez en apenas 17 meses, una cifra que confirma a este ciclo de endurecimiento de la política monetaria en el más rápido de la historia moderna. En este periodo, el precio oficial del dinero ha pasado del 0% en marzo de 2022 al 5,25-5,5% en julio de 2023, añadiendo una fuerte presión a hogares y empresas endeudadas y fortaleciendo el dólar frente a otras divisas.

Los gobernadores del banco central estadounidense han optado por encarecer aún más los préstamos pese a la caída registrada en la inflación en los últimos meses. La última lectura del IPC en EE UU fue del 3% interanual en julio, casi la mitad que el alza de precios registrada en la eurozona (5,5% en junio). 

Sin embargo, el problema sigue siendo la inflación subyacente, que apenas se ha reducido 1,8 puntos en los últimos nueve meses y se mantiene todavía en el 4,8%. Este indicador —que excluye del cálculo el precio de la energía y los alimentos más volátiles— refleja bien hasta qué punto la inflación ha contagiado al núcleo de precios más estables de la economía. Por esta razón, la inflación subyacente es la métrica que más miran los banqueros centrales a la hora de tomar sus decisiones.

Además, la Fed se está encontrando con una economía que está aguantando mejor de lo esperado. Aunque los tipos de interés están muy altos, el gasto y la confianza de los consumidores estadounidenses se mantienen fuertes. Igualmente, el desempleo se mantiene en mínimos históricos, lo que facilita que los trabajadores tengan más margen para conseguir mejores subidas salariales. Esta posibilidad preocupa a la Fed, que quiere evitar a toda costa que se produzca una espiral salarial que arrastre tras de sí a los precios y prolongue el brote inflacionario. 

Sin embargo, todavía no hay muestras de que se esté produciendo esa espiral. La inflación sigue descendiendo y la economía no ha entrado todavía en recesión, como pronosticaban varios analistas. Esta conjunción de factores alienta la hipótesis del "aterrizaje suave", es decir, un descenso controlado de la inflación que no provoque una contracción de la economía.

El jueves, el momento de Lagarde

La decisión de la Fed se conoce apenas 24 horas antes de que el Banco Central Europeo (BCE) se reúna para el jueves para aprobar previsiblemente una subida equivalente a la decidida este miércoles en Washington. Los mercados dan por descontado que habrá un alza de 0,25 puntos, que la propia presidenta Christine Lagarde y los gobernadores dan por hecha. 

Si se materializa, estaríamos ante la novena subida en un año que llevaría el precio oficial del euro a un rango entre el 3,75% para los depósitos y un  4,25% para las operaciones principales de refinanciación. Dos cifras que representan máximos en los 21 años que lleva en circulación la divisa europea.

Más que en la subida de tipos de julio, el quid de la cuestión en la reunión del jueves en Fráncfort estará en qué ocurrirá con los tipos de interés después de verano. La próxima reunión del BCE está prevista para septiembre y los gobernadores no se han puesto de acuerdo todavía sobre si habrá un nuevo incremento de tipos. En este sentido, las palabras que pronuncie Lagarde en la rueda de prensa posterior al anuncio y el comunicado que emita el BCE serán claves para anticipar futuros movimientos.

El BCE tiene un papel especialmente complejo porque sus decisiones afectan a 20 países con economías y situaciones fiscales distintas. Además, a diferencia de en EE UU, la economía de la eurozona se encuentra en una situación de estancamiento.  "En este contexto, creemos que la probabilidad de una subida de tipos para septiembre se aleja, y podríamos estar ante la última subida de tipos de este ciclo, siempre que los precios continúen con una tendencia descendente", señala Cristina Gavín, jefa de Renta Fija en Ibercaja

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