Haakon Magnus, hijo modelo, hermano menor, marido de una mujer que antes fue madre soltera, aficionado al esquí y al surf, amante de los perros y de la vida sana..., podría ser un ciudadano sin más que el 20 de julio cumple 50 años y lo celebra en familia.

Pero Haakon (ha renunciado en el protocolo a su segundo nombre) es el heredero de la casa real noruega, un príncipe que cae bien a sus súbditos y que ha abierto su álbum de fotos más privado para que su pueblo lo vea como lo que es: un hombre sencillo que se ha propuesto contribuir a que todos los noruegos tengan “sentido de pertenencia” a su nación.

Haakon de Noruega cuenta con una ventaja importante de cara a su proyecto y es el respaldo popular de la institución que un día encabezará, cuando su padre, de 86 años, fallezca o abdique: el 78% de la población apoya la monarquía, según una encuesta llevada a cabo en febrero de 2022 por el canal NRK de la televisión pública. Además, la noruega es la única monarquía del mundo elegida por los ciudadanos en un referéndum efectuado en 1905. 

Casa real noruega.

Esto hace que los noruegos vean con buenos ojos a su familia real, por lo demás, de lo más mundano que existe, dicho con todo el respeto. Su padre se casó con la hija de un adinerado tendero, Sonia; su mujer, la popular Mette Marit, aportó al matrimonio un hijo que hoy tiene 26 años, y un pasado turbulento; su hermana Marta Luisa se divorció y está a punto de casarse con un chamán de origen africano; su sobrina participará en un concurso de cocina televisiva; su hijastro trabaja en una compañía de taxis...

La popularidad de Haakon, dos años menor que su hermana Mara Luisa y que heredó la corona por la ley que prohibía a una mujer hacerlo, solo decayó en 1997, cuando contra viento y marea se casó con quien había elegido libremente: Mette Marit. Ese gesto ha resultado después ser una de sus bazas más importantes de cara a estabilizar la monarquía: el triunfo del amor más auténtico. Haakon apoya a su mujer de manera firme, especialmente, desde que hace unos años fue diagnosticada de fibrosis quística y se vio obligada a delegar muchas de sus funciones por salud.

Son muy recordadas las fotografías de su boda (en agosto de 2001), puesto que en ellas aparece el niño rubio de cuatro años que su mujer aportó al matrimonio, Marius. Luego, ambos han sido padres de Ingrid, la heredera, de 19 años, y de Sverre Magnus, de 17.

Casa real noruega.

Antes de centrarse en sus labores como príncipe heredero, Haakon se licenció en 1999 en Ciencias Políticas en la Universidad de California, y después estudió Ciencias Sociales en la de Oslo. En 2002, estudió en Londres Economía y Ciencias Políticas.

Entre los problemas personales que ha tenido que afrontar Haakon está una operación inmobiliaria que le reportó un millón de euros y por la que se tuvo que disculpar. Y el hecho de que su hermana, cuyo primer marido y padre de sus tres hijas, Ari Beh, se suicidó en 2020, quiera casarse con un chamán americano que dijo haber evitado el covid llevando un medallón al cuello.

Marta Luisa, que es escritora infantil, ha sido apartada de la casa real, por lo que no tiene presencia institucional, pero las relaciones familiares siguen fluidas y han mejorado notablemente.

Solo una vez estuvo tentado Haakon de abandonar su misión en la vida, y fue siendo adolescente.  “Pensé: ‘¿Debo dejar que esto me pase o elegirlo yo mismo?’ Llegué a la conclusión de que lo mejor sería elegirlo”. Y ahí sigue a sus 50 años, empeñado en que su legado sea lo más normal posible, para él y para su pueblo. 

Casa real noruega

Él y su mujer, que cumplirá 50 años el 19 de agosto, celebrarán una gran fiesta, probablemente, el 25 de agosto, fecha de su aniversario de boda, dentro de su palacio.

Mientras los festejos llegan, se ha abierto un protocolo de felicitación hasta la medianoche para quien lo desee, le envíe un mensaje personalizado, comentarios a los cuales él tendrá acceso. Una vía que muchos han aprovechado y que, sin duda, ayuda a que se sientan cerca de él, de su futuro rey, un hombre cabal.