La Guardia Civil ha desarticulado una red que se dedicaba a falsificar documentación y tarjetas de crédito de personas que captaban a través de páginas "online" de contactos sexuales: las invitaban a un piso en Madrid para mantener relaciones y una vez allí las drogaban para proceder a la falsificación.

En concreto, falsificaban su documentación personal y tarjetas de crédito para alquilar vehículos, pedir créditos o realizar compras en internet.

En la llamada operación "Evoiko", de la que informa la Guardia Civil, se ha detenido a cinco personas, que falsificaban documentación personal y tarjetas de crédito para alquilar vehículos sin conductor, pedir créditos o realizaban múltiples compras por internet a través de cuentas falsas.

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Hasta el momento se han esclarecido 46 delitos de estafa, 85 delitos de falsedad documental, un delito contra la salud pública, un delito de maltrato animal y 31 delitos contra la seguridad vial.

Las denuncias de las víctimas comenzaron a llegar a la Guardia Civil a finales del 2020 y ahora ha sido cuando los investigadores han podido esclarecer todo el entramado delictivo, que se centraba en buena medida en un piso del distrito madrileño de Usera, donde invitaban a las víctimas que contactaban a través de páginas de contacto en línea.

Mefedrona y cocaína como modus operandi

Utilizaban sustancias como mefedrona, Popper, CMC (clofedrona), cocaína o metanfetaminas para drogar a sus víctimas por vía intravenosa y muchas veces sin su consentimiento y, cuando estaban ya en estado de sumisión, aprovechaban para clonar su documentación personal y tarjetas de crédito.

Además, aprovechaban la situación en la que se encontraban para grabar relaciones sexuales con las víctimas sin su consentimiento con cámaras instaladas en todas las paredes de la vivienda. Luego las subían a la red a través de portales de sexo "online" para lucrarse.

GUARDIA CIVIL

Cuando los agentes procedieron al registro de la vivienda hallaron a un perro en malas condiciones sanitarias y de salud y que, según declararon tres de las víctimas, había sido maltratado en su presencia, con lo que lo entregaron a los servicios veterinarios del Ayuntamiento de Madrid (Sevemur).