Sarah Morris Corresponsal británica en España
OPINIÓN

El NHS, el querido pero desatendido sistema de salud británico

Vista del Royal London Hospital, en el centro de Londres, Reino Unido. El hospital fue uno de varios hospitales e instituciones operados por el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Gran Bretaña, afectados por un ataque cibernético a gran escala, causando fallas en los sistemas informáticos, según un comunicado del NHS del Reino Unido.
Vista del Royal London Hospital, en el centro de Londres.
EFE
Vista del Royal London Hospital, en el centro de Londres, Reino Unido. El hospital fue uno de varios hospitales e instituciones operados por el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Gran Bretaña, afectados por un ataque cibernético a gran escala, causando fallas en los sistemas informáticos, según un comunicado del NHS del Reino Unido.

El Servicio Nacional de Salud (NHS) británico que inspiró el sistema sanitario público español, cumple este mes 75 años. Creado durante la Segunda Guerra Mundial, fue pionero por tratarse del primer servicio de salud público “disponible para todos, gratuito en el punto de entrega”, como recuerda la página dedicada a esta celebración del propio NHS:  "Hoy en día, nueve de cada diez personas están de acuerdo en que la asistencia sanitaria debería ser gratuita; más de cuatro de cada cinco de que debería ser disponible a todo el mundo y que el NHS les hace estar orgullosos de ser británico".

Entre sus hitos, cuentan que fue en el NHS en 1968 donde se trasplantó por primera vez en Europa un hígado; donde se hizo la primera TAC en el mundo en un paciente en 1971, un método revolucionario para examinar a un cuerpo; también dónde nació el primer "bebé probeta" en el mundo en 1978. Todo gracias al sistema público británico. Los sanitarios del NHS han desarrollado tratamientos pioneros como los ojos biónicos y, más recientemente, el uso de secuencias enteras de genomas para tratar a los bebés y niños enfermos.

No obstante, menos que un tercio de los británicos está satisfecho con el actual NHS. No es sorprendente: después de la pandemia hay una lista de espera de nueve millones de intervenciones en un país de 67 millones de personas y, con muchos sanitarios de huelga, nuestros familiares y amigos esperan operaciones entre el dolor y la incertidumbre.

El Reino Unido tiene peores tasas de supervivencia que otros países desarrollados en distintas enfermedades, incluyendo muchos cánceres, y también muestra peores resultados para pacientes que han sufrido paros cardiacos y ictus, según un análisis publicado este verano por el thinktank The Kings Fund.

La tasa de mortalidad por causas evitables es, por ejemplo, de 69 por 100.000 personas en comparación con 51 en España y 48 en Francia, unas 10.000 muertes tempranas. Hay menos médicos y enfermeros por 1.000 personas que en muchos países comparables, por ejemplo: 3 médicos en el Reino Unido frente a 4,5 en España y Alemania. Con 8 enfermeros, el Reino Unido tiene más de los 6 de España, pero menos que los 12 de Alemania. El Reino Unido tiene menos máquinas de resonancias y TAC que ningún otro de los 19 países en el estudio: 16,1 frente a los 36,8 de España, hecho que podría resultar en grandes esperas para obtener un diagnóstico.

“Cuando comparas los resultados de salud en el Reino Unido con países parecidos, está claro que durante décadas, y a través de sucesivos gobiernos, estamos quedándonos por debajo,” escribió Sajid Javid, ex Ministro de Salud en el gobierno conservador de Boris Johnson, en el periódico The Times.

Él apunta a que el NHS supone el 44% del gasto público diario, en comparación con 27% del coste en 2000, y aun así no puede cumplir con la demanda de una población envejeciendo. El político conservador apela a una Comisión Real de un año para investigar cómo “salvar” al sistema, despolitizando el tema.

El autor del informe comparativo sobre los sistemas de salud, Siva Anandaciva, del Kings Trust, descarta la necesidad de cambiar el modelo del NHS. “Es un problema de gestión no un problema de la estructura”, dijo. “La estructura nos ayuda y no estamos sacando todo lo que podemos de tener un sistema de salud nacionalizado”.

Como muchos expertos, ve la necesidad de una inversión más estable y una mayor planificación. Es destacable que el Reino Unido invierte menos per capita que países comparables. Buena cosa es que gasta menos en administración, haciéndolo uno de los sistemas más eficaces en el mundo: 1.9% del gasto total sanitario comparado con el 3,0 de España y el 8,9 de los Estados Unidos.

La Consejero Delegado de NHS England, Amanda Pritchard, habla de las ventajas de ser un comprador nacional tan grande, consiguiendo “fantásticos tratos para el contribuyente y los pacientes”. “Por cada cuatro tipos de tratamientos disponibles en Europa, tenemos uno extra”, dijo.

El debate ya iniciado sobre las debilidades y fortalezas del NHS tendrá posibles lecciones para su homologo español más joven y sin duda los sanitarios españoles que trabajan en mi país de origen participarán con mucho interés.

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