Pasan los días y se siguen conociendo detalles del gran evento del año: la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Según contó Aurelio Manzano en Fiesta, hubo un pequeño incidente que tuvo como protagonista a uno de los amigos del novio que, sin quererlo, incomodó a la marquesa de Griñón al recordar la infidelidad de su chico  en el pasado y que provocó una crisis y una ruptura en la pareja. 

Según el colaborador, en mitad de la cena uno de los amigos de Onieva quiso hacer un discurso. "Todo el mundo está cenando y de repente se levanta una persona que nadie conoce, un amigo de Íñigo, que coge el micrófono y empieza a hablar. Empieza a resaltar las virtudes de Íñigo diciendo: 'mi amigo es maravilloso, no os creáis lo que habéis visto, mi amigo quiere mucho a Tamara...'", explicó el periodista.

"Después de este amigo, se levanta otro, coge el micrófono y va con la misma. Y se levanta un tercero con una carta que le quería leer al novio y que no veía muy bien y fue un momento surrealista que nadie entendía", contó el periodista.

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Según explicó el colaborador, en ese momento la novia no sabía dónde meterse e incluso, visiblemente incómoda, agachó la mirada como síntoma de vergüenza.

Según su relato, "la guinda del pastel fue Íñigo Onieva", que "se levantó y cogió el micrófono, empezó a justificarse y a explicarle a mundo quién era él. 'Soy una buena persona, no va a pasar otra vez lo mismo, sé lo que pensáis de mí'...", alegaba, siempre según el testimonio de Manzano. "Más que una carta de amor hacia Tamara era coger el micrófono para justificarse ante todos los invitados”", detallaba.

Además, el padrino del enlace, Manuel Falcó, tuvo que intervenir para zanjar la polémica provocada por estas palabras. "El ambiente fue hasta tal punto embarazoso que Manolo cogió el micrófono y su discurso fue felicitando a todos", explicó Aurelio Manzano.