La familia de la mujer asesinada el pasado sábado en Logroño a manos supuestamente de su pareja, que ha sido detenido, prevé viajar en las próximas horas a la capital riojana con la intención de tramitar hacerse cargo de los tres hijos menores del matrimonio y llevárselos a Berlín (Alemania), donde reside.

Así lo han confirmado fuentes cercanas a la víctima, Salwa, de 34 años y psicóloga de formación, que llegó a Logroño en 2016 junto a su marido y sus hijos, procedentes de los campos de refugiados de El Líbano, tras huir de su país natal, Siria.

En Alemania residen la madre y cuatros hermanos de Salwa, dos de los cuales prevén llegar a Logroño este martes con el fin de llevarse a Alemania a sus sobrinos, quienes, desde el asesinato y la detención de su padre, se encuentran bajo la tutela de los Servicios Sociales de la Comunidad Autónoma de La Rioja.

Crimen machista de Logroño: el asesino confeso de su mujer intentó ahogar a sus tres hijos en el río, pero el menor huyó

La abuela materna de los niños, que supera los 80 años, se cayó al conocer la noticia del asesinato de su hija, por lo que no puede viajar a la capital riojana.

La familia materna de los menores también desea que el entierro de Salwa pueda realizarse lo antes posible.

El detenido, de 44 años e ingeniero industrial de formación, se encuentra en el calabozo de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, con la previsión de este martes pase a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer.

En este caso no constan denuncias previas relacionadas con la violencia machista.

El suceso, que se encuentra bajo secreto de sumario, ocurrió en la tarde del pasado sábado, cuando, según los primeros datos de la investigación, el detenido, tras el crimen, acudió a buscar a sus tres hijos a la Biblioteca Municipal Rafael Azcona, cercana a su domicilio, situado en el número 1 de la Plaza Martínez Flamarique, en el barrio de Madre de Dios.

Al parecer, el detenido y los tres niños -ninguno de los cuatro sabía nadar- se trasladaron hasta el cuarto puente sobre el Ebro, en la zona conocida como La Isla, donde él se arrojó al río y, presuntamente, habría intentado también ahogar a los menores, uno de los cuales logró huir y pedir auxilio.

Los agentes de la Policía Nacional, quienes acudieron tras ser avisados de que un hombre estaba en el río, le detuvieron y, en ese momento, les dijo que su mujer podría estar fallecida en el domicilio, donde la encontraron desangrada y muerta.

Una familia normal y querida

Esta familia, al llegar a La Rioja, fueron acogidos por el Programa de Refugiados de Cruz Roja en La Rioja, donde permanecieron unos seis meses y, después, se asentaron en Logroño, donde la imagen que ofrecían era la de "una familia normal", aunque, según algunos vecinos, no tenían mucha relación con ellos.

Los niños estaban escolarizados en el colegio Madre de Dios, cercano a su casa, donde eran una familia "querida" en el censo, según la nota que envió la comunidad educativa tras conocer el suceso.

Conocidos de la familia han explicado que los menores estaban perfectamente integrados en el centro, tenían amigos, eran buenos estudiantes y fueron con sus padres, a finales de junio, a recoger las buenas notas que habían obtenido.

También han comentado que Salwa, antes de la pandemia de la covid-19, había colaborado, de forma puntual, con alguna asociación de carácter social situada en su barrio y la familia había formado parte de una actividad en la que se exponían casos de éxito de integración de ciudadanos extranjeros en la ciudad.