El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, se reunirá esta semana con el presidente de la Asociación de Vecinos Rafael Alberti-Presa, Juan Fuentes, y con el alcalde de San Fernando de Henares, Javier Corpa, "para dar una solución ágil y satisfactoria" a los afectados por las obras de la línea 7B de Metro.

Así lo han trasladado a Europa Press fuentes del Gobierno que preside Isabel Díaz Ayuso que han calificado este problema como "una prioridad" que deben acometer, y que comenzará con estas primeras tomas de contacto que tienen como objetivo "escuchar sus demandas y propuestas" y mostrarse "a disposición".

Entre los temas que se van a tratar el próximo el jueves con Fuentes y el viernes con Corpa, es la intención del Ejecutivo regional de prorrogar el pago a cargo regional de los gastos derivados del alquiler hasta que se abonen las indemnizaciones. Esto ya había sido avisado por los vecinos afectados que dichos suplementos ya acababan este mes.

"Rodrigo seguirá trabajando y no escatimará esfuerzos para ofrecer una solución ágil y satisfactoria, con el fin de no ocasionar más perjuicios a los vecinos afectados", han explicado estas fuentes.

Con estas reuniones, el Gobierno de Ayuso vuelve a dejar clara su disposición a seguir trabajando en San Fernando para dar la mejor solución posible a los afectados por la L7B, que tuvieron que desalojar sus casas debido a los problemas generados en la estructura por las obras de esta línea de metro.

Corpa, que convirtió esta crisis en uno de sus ejes principales de Gobierno, obtuvo el pasado 28-M la mayoría absoluta con la que pretende seguir haciendo fuerza para poner fin a años de sufrimiento de sus vecinos.

Los problemas de estas familias dieron comienzo en el año 2007, cuando el Ejecutivo regional, en aquel momento dirigido por Esperanza Aguirre, arrancó con la construcción de la L7B de Metro, que llegaba por primera vez a la localidad de San Fernando. En ese momento comenzaron a aparecer grietas en varios edificios del municipio y con ellos el drama de unos ciudadanos que 16 años después aún siguen sufriendo las consecuencias en sus viviendas, hasta el punto de que algunas de ellas han tenido incluso que ser derribadas.