"Europa apoyará a Ucrania todo el tiempo que haga falta". Con esta afirmación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dejado claro un mensaje para Rusia durante la rueda de prensa conjunta celebrada este sábado desde Kiev con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Como evidencia de este compromiso por parte de España, Sánchez le ha prometido mandar cuatro tanques Leopard más anunciados en fechas anteriores, así como vehículos blindados. Por su parte, el mandatario ucraniano ha asegurado que esta visita como primer acto de la presidencia española del Consejo de la UE es "extremadamente simbólica" porque para su pueblo significa que "la casa común europea no se puede imaginar sin Ucrania".
Al inicio de su intervención, el presidente Zelenski presentaba un rostro demasiado serio. Y es que, a pesar de las iniciativas para ampliar el abanico de portavoces por parte del ministerio de asuntos exteriores de Ucrania, la mayor carga diplomática recae en los hombros del líder del país. Se ha creado una imagen icónica y, al contrario que el presidente ruso, Vladimir Putin, sigue apareciendo personalmente, tanto entre las trincheras como en las ruedas de prensa. Este viernes, el presidente ucraniano declaró en una entrevista que no tiene miedo, ya que a él solo le "quiere matar Rusia", mientras que "a Putin lo quiere matar todo el mundo". Pero este sábado, en la cara del presidente e incluso su equipo de prensa se notaban huellas de cansancio de los últimos días intensos.
La semana que está llegando a su fin ha sido intensa en términos políticos y militares para Ucrania. Mientras en el sur y en Donbás siguen los combates sangrientos por cada metro de la tierra ucraniana, en Zaporiyia se han iniciado los entrenamientos para los trabajadores de los servicios públicos en caso de la explosión en la planta nuclear ocupada por los rusos.
Por otro lado, en Kiev no se ha parado otra batalla, la lucha incansable en el frente diplomático. En una entrevista alWashington Post, el general Zaluzhnyi aclaró al mundo occidental, impaciente y descontento por "los avances lentos" o "tanques quemados" que, a pesar de que se lanzó con videos emotivos y creativos, la contraofensiva no es un show mediático y los Leopard están allí para cumplir las misiones.
En la calle Baikova, la Moncloa ucraniana, el horario ha sido muy justo: la celebración del día de la Constitución, las visitas de los presidentes de Lituania y Polonia, del grupo de ecologistas liderados por Greta Thunberg, y dos días más interesantes para el público español, la entrevista con los medios españoles y la tercera visita de Pedro Sánchez a la capital ucraniana.
El momento culminante ha sido la aparición de los líderes ante los medios ucranianos y españoles este sábado, en uno de los sitios más míticos y bonitos de Kiev, el palacio de las Quimeras. Allí se celebró el acto en una sala demasiado pequeña y mal ventilada para contener a los periodistas y los representantes de las delegaciones, entre ellos, el embajador de Ucrania en España y el ministro ucraniano de asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba. La pausa un poco larga antes del inicio de la comparecencia permitió que la prensa acreditada tuviese tiempo de sobra para disfrutar de la belleza del arte moderno del palacio construido por el arquitecto Gorodetskiy y preparar dos preguntas por parte de los medios ucranianos y los españoles, una a cada líder.
Lo que han dicho ambos mandatarios no ha sido sorpresa ni para los periodistas españoles ni para los ucranianos. El presidente Zelenski ha reafirmado lo que sigue diciendo la diplomacia ucraniana en varias formas e interpretaciones. Ucrania es decisiva a la hora de recuperar hasta el último kilómetro de su tierra, sin zonas grises, y las líneas demarcación que existían antes de la invasión a gran escala del 24 de febrero de 2022. En este sentido, deja claro que la paz en los términos ucranianos son las fronteras del año 2014 con la península de Crimea y no es un objeto para las negociaciones con Rusia.
Respecto a los compromisos de Pedro Sánchez con Kiev, se encuentran los 55 millones de euros para la reconstrucción de Ucrania prometidos en un discurso en el parlamento de Ucrania. De ese total, 51 millones se centrarán en ayudar a financiar las medianas y pequeñas empresas, mientras que cuatro millones irán dedicados a dotar a las escuelas ucranianas de sistemas energéticos verdes y sostenibles. Según ha declarado el presidente del Gobierno español, los médicos ucranianos también están estudiando en Zaragoza métodos modernos de tratamiento y el uso de prótesis.
A pesar del tono amistoso de la rueda de prensa, en la que el presidente Zelenski ha llamado a Pedro Sánchez solo por su nombre "Pedro" en varias ocasiones, se notaba que existe cierto descontento por parte del presidente ucraniano en la cuestión de la entrega de las cazas F-16 y otro armamento por parte de los socios de Kiev. Zelenski ha dicho que se acordó el plan de la preparación de los pilotos ucranianas, pero todavía no hay ni términos ni un calendario claro. Según el mandatario ucraniano, algunos socios de Kiev están ralentizando el proceso, y no entiende por qué lo hacen.
Para la prensa ucraniana, la preocupación ha sido una supuesta explosión provocada por Rusia en la central nuclear de Zaporiyia, temporalmente ocupada. El presidente ucraniano ha pedido poner en marcha el duodécimo paquete de sanciones, que incluiría a la agencia pública de la energía atómica rusa, Rosatom. En cuanto a la amenaza nuclear, Zelenski ha alertado sobre los planes de Kremlin de volar uno de los reactores y ha mencionado que eso pueda ocurrir incluso después de que haya sido recuperada por las tropas de Kiev, para echar así la culpa a la parte ucraniana.
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