Carmen Sevilla ha fallecido a sus 92 años por una neumonía, y tras más de una década padeciendo Alzheimer. Pese a ser uno de los grandes iconos del folclore español, su hijo Augusto ha decidido que la despedida de la actriz se haga en la más estricta intimidad.

Esta decisión no ha sido del agrado de todos sus allegados: Tino, quien fue el chófer de la folclórica, ha rogado desde Espejo público poder despedirse de ella, mientras que Marcos García Cortés, el abogado de la artista, ha explicado en Así es la vida que no le han dejado pasar a verla en el tanatorio.

Precisamente en el nuevo programa de Sandra Barneda Rappel se ha unido al resto de seres queridos y le ha pedido a Augusto que rectifique. El futurólogo ha comenzado explicando lo sociable que era Carmen Sevilla: "Era una mujer que caía muy bien a todo el mundo y se llevaba bien con todo el mundo".

"Le encantaba la gente y era muy feliz rodeada de ella. Le encantaba que la gente se acercara, la besara y la reconociera. Era feliz, ejercía de famosa", ha recordado el vidente. 

La despedida de Carmen Sevilla se realizará en la "más estricta intimidad", según la voluntad de su hijo, Augusto Algueró

Por esta misma línea, Rappel se ha mostrado crítico con la decisión de su hijo: "Estoy en contra de la decisión de su hijo, se le debería hacer un entierro en condiciones".

"Esa no era la voluntad de su madre", ha denunciado el invitado de Así es la vida. Además, el futurólogo ha hecho referencia a su amistad: "Puedo hablar por ella porque hemos sido amigos 50 años, y ese calor de la gente a ella le hubiese encantado".

Así, ha explicado que, a Carmen Sevilla, le habría encantado una capilla ardiente pública con su cuerpo presente en Madrid, tal y como tuvo Lola Flores en la plaza de Colón de la capital. "Su hijo lo ha decidido y es muy respetable, pero no era su última voluntad", ha repetido.