La hora de la verdad para la OTAN: la Alianza convoca a Turquía y Suecia para desbloquear la adhesión antes de la cumbre de Vilna

Jens Stoltenberg con Recep Tayyip Erdogan, en Turquía.
Jens Stoltenberg con Recep Tayyip Erdogan, en Turquía.
EFE
Jens Stoltenberg con Recep Tayyip Erdogan, en Turquía.

La ampliación de la OTAN sigue en marcha pero un escollo en el camino es Turquía, que sigue vetando la entrada de Suecia en la Alianza Atlántica. Es por eso que la organización ha convocado a ambas partes para el próximo 6 de julio con la idea de desbloquear por fin la entrada del país nórdico y salvar así las reticencias otomanas, que sí se levantaron con Finlandia. Así lo ha anunciado este miércoles el secretario general, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa en Bruselas.

La idea es que la situación quede resuelta antes de la cumbre que se celebra los próximos 11 y 12 de julio en Lituania. "La cumbre de Vilna será la primera con Finlandia como miembro y trabajamos para finalizar la adhesión de Suecia. He convocado otra reunión de altos funcionarios de Turquía, Suecia y Finlandia para el próximo jueves", sostuvo el dirigente noruego ante los periodistas.

La meta inicial era que tanto Suecia como Finlandia estuvieran ya dentro de la OTAN y que la cumbre de Madrid de hace un año hubiera servido para rubricar la adhesión, pero el veto turco lo frenó todo. Ese bloqueó se levantó en el caso de Helsinki, pero no el de Estocolmo. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, insiste en que Suecia no ha cumplido con lo acordado de no dar "refugio" a miembros del AKP, un partido considerado por Ankara como una organización terrorista.

En todo caso, las relaciones Turquía-Suecia no pasan por su mejor momento y el Gobierno de Erdogan ha criticado duramente las manifestaciones celebradas en Estocolmo en las que se produjeron quemas de ejemplares del Corán. "Maldigo este acto despreciable cometido en Suecia contra nuestro libro sagrado, el sagrado Corán. Es inaceptable permitir estas acciones antiislámicas con el pretexto de la libertad de expresión. Condonar actos tan atroces es ser cómplice", reaccionó el ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan.

De hecho, desde Ankara insisten en que este tipo de situaciones alejan cualquier contacto positivo sobre la entrada de Suecia en la OTAN, aunque no lo digan explícitamente. "Condenamos la postura del Tribunal Supremo sueco de proteger los delitos de odio. Toda falta de respeto es un crimen contra la humanidad. Continuaremos luchando contra estos actos malditos de la manera más fuerte posible en todos los terrenos políticos y legales", sostuvieron desde el partido de Erdogan (AKP).

En la Alianza Atlántica no hay demasiado optimismo. Queda menos de un mes para la cumbre de Vilna y la situación para la ampliación sigue muy estancada, incluso pese al viaje de Stoltenberg a Turquía para tratar de limar diferencias. Una OTAN de 30 países, incide el secretario general, serviría como "mensaje a Putin" de la fortaleza de Occidente y del apoyo inequívoco a Ucrania en el marco de la invasión rusa. Pero la última palabra sobre una Alianza más grande la tiene Erdogan.

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