El rey emérito Alberto de Bélgica, de 89 años, ingresado en un hospital con síntomas de deshidratación

Fotografía de archivo fechada el 21 de julio de 2012 del rey Alberto II de Bélgica.
Fotografía de archivo fechada el 21 de julio de 2012 del rey Alberto II de Bélgica.
EFE
Fotografía de archivo fechada el 21 de julio de 2012 del rey Alberto II de Bélgica.

El rey emérito Alberto de Bélgica, padre del rey Felipe, ha sido ingresado en un hospital con síntomas de deshidratación. Aunque la alarma ha cundido en el país, todo parece indicar que el monarca, de 89 años, está consciente y que las noticias sobre su salud son tranquilizadoras.

No obstante, su hijo ha suspendido parte de la agenda en la Universidad de Gante, para ir a visitar al centro hospitalario a su padre, al lado del cual permanece su esposa, la reina Paola, de 85.

Los médicos mantienen ingresado a Alberto III "por precaución" y no se ha hablado de cuándo recibirá el alta. Esperan que todavía pase en observación "varios días" para asegurarse de todo marcha según lo previsto.

La reina Paola coloca la corbata de su esposo, el rey Alberto II de Bélgica, antes de que el monarca pronunciara su discurso en el Palacio Real de Bruselas, Bélgica. <a title="El rey Alberto II de Bélgica anuncia su abdicación en su primogénito, el príncipe Felipe." href="http://www.20minutos.es/noticia/1862186/0/abdicacion/rey/belgica/" target="_blank">Anunció su abdicación</a>, tras casi veinte años de reinado, en su hijo primogénito, el príncipe Felipe, que se convertirá en el próximo jefe del Estado belga.
El rey y su mujer, Paola, momentos antes de anunciar su abdicación, en 2013.
EFE

Al centro médico acudieron también la reina Matilde, el príncipe Laurent, hermano de Felipe, y su mujer, la princesa Claire. La hermana del rey, Astrid, no ha ido porque se encuentra fuera del país. Su nieta Isabel de Bélgica, primera en la línea de sucesión al trono, tampoco ha podido acercarse, porque está actualmente en Londres, estudiando la carrera.

La salud de Alberto, que abdicó en su hijo Felipe en 2013, es frágil desde hace años, así como la de su mujer. El soberano tuvo que operarse de corazón y también ha tenido que pasar por varias cirugías cutáneas. La última vez que ha sido visto fue el pasado 3 de junio, cuando acompañó a su esposa a la entrega de un diploma en la Queen Elisabeth Music Chapel.

Por su parte, Paola, de 85, ha tenido diversas fracturas y en 2018 sufrió un ictus, del que se recuperó bastante bien. La pareja reside en el castillo de Belvedere, en Laeken.

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