El líder del grupo Wagner rompe su silencio: "La rebelión ha demostrado que hay serios problemas de seguridad en Rusia"

Europa Press
El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, en el centro de la imagen.
EP

Después de días de silencio, el jefe del Grupo Wagner ha explicado al mundo los motivos que le llevaron a él y a sus mercenarios a llevar a cabo un motín -finalmente fallido- contra Putin. "No buscábamos derrocar el poder en el país", ha detallado este lunes por la tarde Yevgueni Prigozhin, "solo queríamos evitar la desaparición de Wagner".

Según ha comentado en un audio de 11 minutos difundido en Telegram, la rebelión finalmente quedó paralizada "para evitar un derramamiento de sangre". De esta manera, ha detallado que su objetivo era realizar una protesta contra la ineficaz gestión de la guerra por parte del Kremlin, así como "evitar la desaparición de Wagner", que debía "dejar de existir el 1 de julio".

Esta fecha estaba marcada en rojo por el presidente ruso, Vladímir Putin, y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, pues se había establecido como tope para que todos los voluntarios que participan en la guerra firmaran por contrato que pasaban a formar parte del Ministerio de Defensa. No obstante, el grupo mercenario rechazaba la disolución de este ejército privado. 

Por ello ha apuntado a que "solo unos pocos combatientes del ejército privado accedieron a firmarlo" y añadió que la obligación de subordinarse a Shoigú y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, se puso sobre la mesa "en el momento menos adecuado". 

Explicó que Wagner tenía la intención de trasladar todos sus efectivos y equipamiento a Rostov en el Don el 30 de junio para "entregar públicamente" su armamento al Ejército ruso. "Pese a que no dimos muestras de agresión, nos atacaron con misiles y luego con helicópteros. Cerca de 30 efectivos de Wagner murieron, algunos resultaron heridos", explicó.

La gota que colmó el vaso de la paciencia de Prigozhin fue el supuesto bombardeo con misiles por parte de las fuerzas rusas de un campamento de los mercenarios en la retaguardia rusa en Ucrania. Tras denunciar el ataque, el jefe de Wagner anunció que había cruzado con sus hombres la frontera rusa en la región de Rostov e iniciado una "marcha por la justicia".

Según Prigozhin, durante la marcha, que duró 24 horas y en la que los mercenarios recorrieron 780 kilómetros, "una columna salió hacia Rostov y otra, rumbo a Moscú". Su avance fue tan meteórico que las tropas llegaron a estar a unos 400 kilómetros de la capital rusa (200 según Prigozhin). 

Justifica los ataques a la Fuerza Aérea

En el lado ruso fallecieron por su parte en el operativo antiterrorista unos diez pilotos, según los medios locales, algo que Prigozhin no menciona.

"Comenzamos nuestra marcha en protesta por la injusticia. (...) en 24 horas nos acercamos hasta 200 kilómetros de Moscú, entramos y tomamos la ciudad de Rostov del Don. Los civiles se alegraban de vernos. Dimos un ejemplo de cómo debió haber sido el 24 de febrero de 2022", afirmó. "Lamentamos haber golpeado a la Fuerza Aérea, pero eso es porque estaban lanzando bombas. Ni un solo militar murió en el suelo".

Asimismo, ha indicado que si los mercenarios de Wagner hubiesen estado al frente de las primeras operaciones en suelo ucraniano tras anunciarse la "operación militar especial" -en alusión a la invasión rusa de Ucrania-, los enfrentamientos hubiesen durado escasos días, ha recogido el portal de noticias Meduza.

En su mensaje también se ha mostrado crítico con Rusia: "Nuestras acciones revelaron serias brechas de seguridad en todo el país: bloqueamos todos los aeródromos y unidades militares. En 24 horas recorrimos una distancia similar a la de las tropas hacia Kiev el 24 de febrero y desde ese mismo punto hacia Uzhgorod. Mostramos el nivel de organización que debería tener el Ejército ruso".

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