Ana Rujas, actriz y autora de 'La otra bestia': "Escribo no para huir, sino como si fuera un sitio de paz"

Ana Rujas, tiene 34 años y este es su primer libro.
Ana Rujas, tiene 34 años y este es su primer libro.
JORGE PARÍS.
Ana Rujas, tiene 34 años y este es su primer libro.

Ana Rujas es lo contrario al título de su libro, La otra bestia. A sus 34 años es delicada, tímida, asoma cierta desconfianza, es cadenciosa, no ruge ni se altera. Es una musa de sí misma, más que un animal herido, como se podría deducir de su idea literaria. Y tiene un talento silencioso para la creación, la actuación, la escritura, la dirección y el relato de historias que nacen dentro.

La intérprete ya debutó en la escritura con la serie Cardo (Premio Feroz) y la obra de teatro La mujer más fea del mundo. También en su Instagram, llamado como su reciente libro. En el tiempo de amasar todo esto, cuatro años, Ana ha ido guardando en un cajón simbólico sus pensamientos y arrebatos. Hasta que, como dice su editor, Carlos Vergara, ha surgido este "laboratorio íntimo, confesionario cruel, caja negra de accidentes varios". Todo esto es La otra bestia (editorial Aguilar).

¿Qué pretendía plasmar con este libro cosechado a lo largo de cuatro años?La verdad es que se iba confeccionado en la medida en que lo iba ecribiendo, no tenía una idea previa. Es como todo lo que yo hago, vas armando una idea según la haces. Te puedes encontrar luego con que igual te ha quedado otra cosa distinta a la que pensabas. Yo misma me estoy sorprendiendo de lo que hemos creado.

He seguido un caos que tiene sentido al final. Siempre nace algo del caos. El propio caos tiene su orden.

¿Pero se ha puesto a escribir como un adolescente que redacta un diario, a golpe de emoción?La verdad es que no. Al final, el libro refleja mucho también el proceso creativo que yo estaba pasando. Hay textos dispares. Hay mucho de teatro, cuando estoy levantando mis piezas, referencias a la mujer, a la belleza, lo que representa... es el personaje que estaba investigando. Es una voz de un personaje que no soy yo. Hay textos que están escritos por el ritmo, el color que está cogiendo el libro. Eso no significa que yo sea todo lo que está escrito.

¿Se diferencia mucho la voz que narra de la voz de Ana Rujas?Bueno, al final soy yo. La otra bestia es una voz que todos tenemos más salvaje, no das tanta rienda suelta, pero un día dices ahora sí. Yo misma leo ahora mis textos y digo "¡Ostras!". Conocía el título, pero no sabía qué contenido iba a tener. Es una evolución, el libro empieza con una cosa y termina con otra que a mí me interesa más. Lo he escrito en cuatro años. Estaba escribiendo Cardo, no me podía centrar. Eran como trozos de servilletas que iba armando en medio de lo que yo estaba creando a la vez. Me parece interesante la parte que no me esperaba. Además, no sabía qué curso iba a seguir el libro. He seguido un caos que tiene sentido al final. Siempre nace algo del caos. El propio caos tiene su orden.

Ana posa en una calle del centro de Madrid.
Ana posa en una calle del centro de Madrid.
JORGE PARÍS.

La moda, aludida en el libro ¿ha sido su trampolín o su caída?Todo es ficcionado.  Y al mismo tiempo todo tiene que ver con algo artístico, también la moda, pero no ha sido mi trampolín. Yo empecé a estudiar teatro. Pero estoy tan agradecida a la moda... Me ha hecho ser quien soy. Está superintrínseco. Es verdad que viví un momento de la industria en general, que eran los 2000, con la crisis, que fue un momento que no tiene que ver con lo de ahora. Tenías que seguir algo establecido, de eso va mi obra de teatro La mujer más fea del mundo. Uno tiene que seguir unos patrones, pero ahora hay más versatilidad. Ahora no tengo que seguir una carrera concreta. Todo me ha ayudado, no me gusta quejarme. La moda me ha hecho ser quien soy. Como todo en la vida, siento mucho agradecimiento. Uno es lo que quiere ser con lo que le pasa.

Otro tema que trata sutilmente es la anorexia.Eso está ficcionado. Es algo que conozco sin más. Pero este libro no se centra en esto, ni hablo de recuperaciones.

Cita muchos nombres aparentemente contrapuestos que parecen ejercer cierta influencia en ti: Felipe González, Angélica Liddell, Michi Panero, Miguel Hernández, pintores como El Bosco, Tiziano...Bueno, cada uno lo lee tratando de descifrar algo. Yo quiero ser como si a mí no se me conociera, mi parte de actriz y de creadora. Estoy haciendo un ejercicio de escribir, aunque entiendo que puede causar esta impresión. En ningún caso se puede asociar lo que escribo con mi persona. Uno tiene en su biblioteca personal siempre referentes: autores, libros... es algo inconsciente. Y recurres a eso para crear. Cuando empecé a leer a la escritora Ottessa Moshfegh (autora entre otros de Nostalgia de otro mundo), que me gusta mucho, yo tenía el libro ya escrito, pero me dio mucho aliento, no soy la única.

Me gusta la melancolía y sí, me lo cuestiono todo

Si tuviera que basarme en este libro para describirla, diría que es una persona con tendencia a la tristeza y melancolía, se lo cuestiona todo, ha tenido mala experiencia en el amor, es exigente, tenaz...Malas experiencias en el amor, no. Han sido preciosas. Si vives intensamente, vas a tener alegrías y penas. Me gusta la melancolía, pero hay bastante luminosidad hacia el final del libro. Sí me lo cuestiono todo. Yo no he escrito este libro para que la gente diga cómo soy yo. Es como si vieras una obra de teatro, que te sienten y te lances conmigo a este viaje. No quiero verme así o asá, es lo inseguro. Al final, hay una parte de mí que cuando está confeccionado el libro da vértigo. No lo he hecho pensando en cómo se me verá a mí. Me gustaría mucho que los lectores se separaran de mí y que pudieran disfrutar de la lectura. Y cada uno que haga sus comparaciones con su Michi, con su Bosco... con los personajes que te lleven a esos lugares.

Portada del libro La otra bestia.
Portada del libro 'La otra bestia'.
CEDIDA

¿Cuántas decepciones le ha dado el cine? ¿Y alegrías?Ninguna decepción, todo han sido alegrías. Quizás el libro está más centrado en la actriz. Hablo de la importancia del teatro y de interpretar. Si soy actriz, me hice para poder hablar, recitar, en ningún caso me ha dado decepciones, al revés.

¿Se ha planteado hacer otro tipo de libro, quizás novela?No volvería a hacer este tipo de libro. Haría otro. Veo mi obra, veo Cardo, La obra bestia y... cualquier cosa que hiciera sería otra cosa. Es otro proyecto y estoy muy emocionada. Ahora estoy con algo audiovisual de lo que no puedo contar nada.

Me fascina Santa Teresa de Jesús estilísticamente

De La que se avecina a La mujer más fea del mundo. ¿Cómo se hace este tránsito?Empecé con 17 años y estudiaba desde los 16 años y audiovisuales. Entiendo que sorprenda, pero como actriz una tiene que trabajar. Efectivamente, qué hay de malo en hacer La que se avecina.

¿Por qué le gusta Santa Teresa de Jesús?Me gusta estilísticamente, me fascinan sus textos. Mi madre me ha leído mucho a Santa Teresa. Me fascinó mucho estilísticamente cuando me la descubrió. Yo estudié en un cole de monjas y de alguna manera todo me ha influido. Yo creo que es más por su estilo, la manera de mostrar la fe, Dios, el amor, todo está muy relacionado.

¿Es muy religiosa? Lo soy, pero como algo espiritual. Me ha salvado estar en contacto con eso.

La figura del padre es muy importante en su libro.La figura del padre me ha pesado mucho, es maravilloso. A mi madre y hermana les dedico el libro porque las amo. Pero en ningún caso hay nada… es como la figura del padre de todos. Lo relaciono con todo, con el padre nuestro, con Dios. Mi padre lo leyó, era muy importante, y yo le dije "siéntete libre". Le encantó estilísticamente. Es como una obra de teatro. No es una novela autobiográfica, es algo más poético, tiene que ver con la ficción. Había momentos en que al final volvía hablando con mi editor, me ha ayudado, hay que hacer un guión. Hay partes que me encantaría que se representasen y hacerlo yo, claro.

Portada del libro La otra bestia.
Ana tiene otro proyecto en mente.
JORGE PARÍS

¿Cuál es la principal bestia que habita en nuestra sociedad?Te diría que nosotros mismo. Tenemos la posibilidad de cambiar muchas cosas y está el lenguaje, lo que haces es lo que te condiciona, cómo te relacionas con el otro. Me aparece que esto es política también. Yo intento hacer lo mío, de la mejor manera, de la más amorosa, y a ver qué consigo

¿Cómo espera que conecte con usted un lector que no la conoce y otro que la ha seguido?Por la poca experiencia que tengo, hay gente que no me conocía y me ha recibido sorprendida por las referencias, la cadencia, la poética que tiene… Me han llegado versiones muy bonitas de lectores. Estoy muy contenta. No sabía qué iba a pasar. Y otros que me siguen más les gusta leerlo y ven momentos de mi obra me conocen más y se ven más reflejados. Me hace mucha ilusión los que no conocían esta faceta.

No leo cualquier cosa: me gusta Ottessa Moshfegh, Andrea Abreu, Ingmar Bergman...

Si no se hubiera convertido en actriz y modelo, ¿qué habría sido?Escribo no para huir, sino como si fuera un sitio de paz. Tiene que ver más con lo creativo, con que me sana hacerlo. Me gusta, disfruto, me enriquece, me conecto con otra parte mía, solo me pasa con esto. Cuando tengo una idea, la escribo rápidamente y la desarrollo.

¿Qué lee Ana Rujas que no esté citado en este libro?No leo cualquier cosa, me gusta Otessa, me gusta que me recomiendan, Feria, de Ana Iris Simón, Melancolía, de Elizabeth Duvall, Panza de burro, de Andrea Abreu, María Bastaró con Historia de España contada a las niñas. Antes leía mucho a Houellebecq. También me gustan Simone Weil y su La amistad, Gritos y susurros de Ingmar. Bergman.

El amor y el sexo son muy importantes en este libro ¿No viviríamos mejor sin esas ataduras?No lo tengo como una esclavitud ni nada de eso. Doy rienda suelta a la vida más pasional de la vida, más romántica, al estilo antiguo. El sexo es un recurso literario más, te diría. No he tenido malas experiencias. 

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