La tortuga boba ha criado por primera vez en la Costa Brava después de encontrarse este fin de semana un nido en una playa de Begur (Girona) con 130 huevos, de los que una parte se han trasladado al Centre de Recuperació d'Animals Marins (Cram).

Es el segundo nido de tortuga boba localizado en la costa catalana esta temporada, después del que se encontró en el Delta de l'Ebre la semana pasada. Siguiendo el protocolo de actuación en estos casos, un total de 40 huevos han sido trasladados a las instalaciones del Cram para "asegurar su viabilidad" y el resto se han dejado en el nido, ha informado el Govern en un comunicado este lunes.

El aviso del rastro lo dio un vigilante del chiringuito de la playa y en el operativo participaron técnicos de la Conselleria de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, el Centro Tecnológico BETA de la Universitat de Vic (UVic-UCC), el Cram, el cuerpo de Agentes Rurales y el Ayuntamiento de Begur.

Desde la Generalitat recuerdan que la tortuga boba hace la puesta coincidiendo con la época de verano, cuando más gente hay en las playas. Además, los expertos señalan que se trata de una especie muy vulnerable en su proceso de incubación. Por eso, piden que, en caso de encontrar un ejemplar, se avise enseguida al 112 y no se moleste al animal ni se le hagan fotografías con flash.

La temporada de cría de la tortuga careta arranca a principios del mes de junio y se prolonga hasta finales de octubre. Las madres suelen hacer los nidos entre medios de junio y finales de julio, y las crías empiezan a emerger a partir de principios de agosto hasta medios o finales de octubre.

La nidificación de tortugas careta en el Mediterráneo occidental empezó hace entre diez y quince años, lo que indica un cambio de comportamiento motivado probablemente por el cambio climático. Históricamente, había habido presencia de ejemplares juveniles y subadultos que se alimentaban, pero hasta entonces no habían venido hembras a reproducirse.