Las memorias de la contertulia de Sálvame Chelo García Cortés, Sin etiquetas, que sacó hace un año, han traído un damnificado de última hora que plantea batalla: su exmarido, el periodista José Manuel Parada.

Parada, que se hizo muy popular por presentar durante muchos años el programa Cine de barrio, estuvo casado con Chelo entre 1974 y 1984. A pesar de su ruptura, y de que Chelo rehizo su vida con otra mujer, Marta Roca, la pareja siempre ha mantenido una relación muy cordial.

Hasta ahora, en que Parada niega muchas de las afirmaciones de Chelo hace en su libro referidas a él, que califica como "mentiras" o "provocaciones". De hecho, ha dejado de leerlo por las inexactitudes que contiene y que están relacionadas con su persona.

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Entre ellas, la que seguramente más ha molestado al presentador es que el matrimonio se rompió por una infidelidad de él. Parada niega la mayor, y acusa a Chelo de contar una historia plagada de errores, olvidos y fechas mal situadas.

Creo que Chelo me ha perdido el respeto hace tiempo y yo no se lo he perdido a ella

Por ello, y porque dice estar muy dolido, amenaza con denunciar a su exmujer con una demanda. Además, cree que fue un error que el libro saliera al mercado sin que su autora le hubiera consultado, pues le podría haber entregado mejores fotos y también haber matizado el motivo real por el cual su matrimonio se fue al traste. Ella le culpa a él, pero él quiere recordarle que fue culpa de ella.

“Que haga lo que quiera, que cuente lo que le dé la gana, que tenga cuidado, porque como llegue el momento que diga, o haga, o escriba algo que no esté dentro de la legalidad, pues sintiéndolo en el alma…”, comienza a decir el presentador: “Creo que Chelo me ha perdido el respeto hace tiempo y yo creo que no se lo he perdido a ella. Tengo que hablar con mis abogados y desde luego, estoy tan molesto y tan enfadado y tan indignado, que no sé lo que voy a hacer”.

Así pues, la guerra de los ex está servida. Él no se plantea escribir las contra memorias, aunque podría ser una solución para aclarar las cosas. “Yo podría escribir la segunda parte de las memorias y contar todo lo que ella se ha olvidado de contar. No quedaría nada bien, pero no lo voy a hacer, que esté tranquila”.