Rusia ha comenzado a desarrollar una nueva táctica como respuesta a la contraofensiva ucraniana. Estos novedosos ataques consisten en hacer estallar tanques llenos de explosivos en las trincheras de los soldados ucranianos, generando enormes bolas de fuego. 

Según informan medios británicos, los vehículos bautizados como "tanques suicidas", son conducidos de manera remota hasta las trincheras, una vez allí, los soldados rusos los hacen detonar. Estos ataques se han producido en medio de la pausa de la contraofensiva ucraniana por la pérdida de vehículos blindados. 

Esta semana se hicieron públicas nuevas imágenes en las que un T-54 controlado a distancia y cargado de explosivos avanza lentamente hacia una trinchera ucraniana en Donetsk. 

Los ucranianos intentan repelerlo, pero el "tanque suicida"  golpea una mina, lo que le hace disminuir la velocidad. Más tarde, el vehículo es alcanzado por un cohete ucraniano que lo hace estallar. 

Ucrania mantiene la esperanza tras dos semanas de contraofensiva pese a los lentos avances en el frente

Las tropas rusas habrían llenado el tanque con seis toneladas de explosivos antes de intentar volar a los soldados ucranianos, según el canal de propaganda ruso Romanov. 

La explosión se produjo a al menos 60 metros del lugar en dónde se encontraban los soldados ucranianos, sin embargo, hay indicios que indican que la onda de expansiva de la explosión haya podido matar a algunos de ellos. 

Es la primera vez que una cámara capta la explosión producida en este tipo de ataques, pero Moscú ya habría utilizado los "tanques suicidas" al menos en dos ocasiones anteriores.