Más de 111 años después de su hundimiento en el Atlántico, un halo de misterio continúa envolviendo la historia del Titanic. Su último descubrimiento ha alimentado la leyenda en torno al trasatlántico que en su época consideraban "insumergible": se trata de un collar de oro con un diente de megalodón, un tiburón prehistórico ya extinto. Ahora, el equipo que ha realizado el hallazgo trata de averiguar la identidad del dueño de tan curioso collar, valiéndose para ello de la inteligencia artificial.

El colgante perdido ha sido localizado entre los restos del Titanic por la empresa Magellan, que realizó un proyecto de escaneo submarino del lujoso trasatlántico. Para ello, los especialistas emplearon dos submarinos con los que tomaron hasta 700.000 imágenes del pecio, que posteriormente combinaron.

"El equipo cartografió el campo de escombros con tanta precisión que pudimos identificar esos detalles", ha explicado Richard Parkinson, director ejecutivo de Magellan, en una entrevista en el canal ITV.

Al no estar permitido retirar objetos del barco hundido debido a un tratado firmado entre EE UU y Reino Unido, la tarea del equipo se ha centrado a partir de ahora en tratar de dar con el dueño del collar, que permanece en el fondo del océano.

De este modo, mediante el uso de la inteligencia artificial y los programas de reconocimiento facial, los expertos se encuentran monitoreando imágenes antiguas de los pasajeros embarcando en el Titanic, con la esperanza de poder ver la joya siendo llevada por su propietario, recoge Indy100.

Sin embargo, las pocas imágenes tomadas momentos antes de la salida del trasatlántico, que zarpó de Southampton el 10 de abril de 1912, complican la tarea del equipo especialista.

Toda ayuda es poca para esta intrincada tarea, de ahí que también estén tratando de ponerse en contacto con los familiares de los 2.200 pasajeros que iban a bordo.