Jhota, Álex y Pilu se enfrentaron a la prueba de eliminación en la semifinal de la undécima edición de MasterChef. Los aspirantes debieron cocinar un postre elaborado por Jordi Roca, que, además, fue el chef invitado tras haber recuperado la voz recientemente. 

"De los grandes, es el más grande", dijo Álex sobre el chef, al que, curiosamente, conoció cuando estuvo en la versión Junior del programa. "La última vez le viste y ahora te lo encuentras otra vez", le señaló Samantha Vallejo-Nágera. 

Los aspirantes cocinaron un falso albaricoque, teniendo que trabajar con mucha delicadeza con el caramelo. Jordi Roca cocinó al mismo tiempo que ellos, dándole algunos consejos. 

Finalmente, Jotha fue el que hizo el plato con más defectos, aunque los tres fueron reconocidos tras enfrentarse al difícil reto. "Tenéis los tres mucho mérito. Esto es un trabajo artesanal", les dijo Jordi Cruz. 

"Has sabido jugar en el concurso. Te han odiado en algunos momentos, pero eres muy querido", despidió Pepe a Jotha. Este se mostró agradecido: "Estoy feliz de haber llegado hasta aquí". Además, se llevó el cartón de la figura de Jordi Cruz, haciendo reír a todos hasta el final de su trayecto.

Los finalistas

Tras la marcha del último semifinalista, Álex y Pilu se unieron a Eneko y Lluís a la galería. Los cuatro amigos confesaron anteriormente su deseo de llegar juntos a la final del concurso, algo que se convirtió en una realidad.