Condenados a nueve meses de prisión y a una multa de 28.000 euros los activistas que se pegaron a la escultura del Laocoonte

Escultura Del Laocoonte De Berruguete
Escultura del Laocoonte, situada en el Vaticano.
EUROPA PRESS
Escultura Del Laocoonte De Berruguete

El Tribunal de la Ciudad del Vaticano condenó hoy a una pena de nueve meses de prisión a los dos activistas climáticos que se pegaron a la famosa escultura del Laocoonte para protestar contra la crisis climática. A pesar de que la pena ha sido suspendida, sí tendrán que pagar, como parte de la condena, una indemnización de 28.148 euros.

Según se desprende de la sentencia, el presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, ha ordenado, en nombre del papa Francisco, que la pena de cárcel quede "suspendida" y que tampoco figure en el expediente judicial de los condenados, a no ser que cometan otro delito.

El "asalto" tuvo el 18 de agosto de 2022, cuando dos activistas pegaron sus manos a la base del Laocoonte, un grupo escultórico de la época romana del 40 a. C., que representa al famoso sacerdote troyano y sus hijos devorados por serpientes marinas, como narra La Eneida de Virgilio.

Los juzgados y condenados, Guido Vieri, de 61 años, y Ester Goffi, de 26, se beneficiarán de la condena a prisión suspendida, pero deberán indemnizar al gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano con 28.148 euros en concepto de daños al patrimonio.

El Papa Francisco durante la Audiencia General
El Papa Francisco ha ordenado que no se aplique la pena.
Mondadori.

La tercera imputada, Laura Zorzini, que grabó la protesta con su teléfono, también ha sido declarada culpable y, aunque no resulta condenada a prisión como sus compañeros, deberá pagar las costas judiciales y una multa de 120 euros.

El proceso se abrió el pasado 9 de marzo y en la última audiencia los imputados, miembros del colectivo medioambiental "Ultima Generazione" (Última Generación), recibieron el apoyo de una treintena de compañeros, quienes se manifestaron en la Vía de la Conciliación.

Hallada a comienzos del siglo XVI en un viñedo en la colina Opio de Roma, la impresionante escultura fue comprada por el papa Julio II y colocada en el Vaticano, lo que dio origen a los actuales Museos Vaticanos.

En su protesta, según la acusación, usaron "un adhesivo sintético particularmente fuerte y corrosivo" en un monumento de "inestimable valor histórico y artístico".

Los defensores de los activistas alegaron que este pegamento "se podía quitar fácilmente" y que durante la protesta pusieron sus manos sobre el basamento y no sobre la escultura, conscientes de su enorme valor. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento