El ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha fallecido este lunes en Milán a los 86 años de edad debido al empeoramiento de su salud como consecuencia de la leucemia mielomonocítica crónica que padecía. La preocupación por su estado de salud había aumentado en las últimas horas y hasta el Hospital San Raffaele de Milán, donde fue ingresado el pasado viernes, habían acudido sus más allegados. 

De acuerdo con las primeras informaciones, su muerte se ha producido poco después de que sus cinco hijos y su hermano acudieran al hospital, donde se encontraba su pareja, Marta Fascina, que ha permanecido en todo momento a su lado.

Cómo ha sido su trayectoria

La que fuera su actual pareja desde el año 2020, Marta Fascina, ha acompañado al magnate en las últimas semanas tras el agravamiento de su estado de salud. De hecho, estuvo recientemente hospitalizado durante 44 días como consecuencia de una pulmonía agravada por la leucemia que padecía. 

Marta Fascina, de 33 años de edad, es diputada de la formación Forza Italia que el propio Berlusconi fundó. El partido proviene de la antigua formación el Pueblo de la Libertad, un renacimiento del extinto Forza Italia, activo desde 1994 hasta 2009.

Como detallaba la revista ¡Hola! en un reportaje, Marta Fascina es miembro de la Cámara de Diputados italiana, como parte de Forza Italia y fue uno de los principales apoyos de Berlusconi en el último intento de presentarse a los comicios italianos. Nació en Melito di Porto Salvo, un municipio sito en el territorio de la provincia de Reggio Calabria, pero creció en Portici (Nápoles).

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Cursó estudios de letras y filosofía en la Universidad de Roma y trabajó como jefa de prensa y relaciones públicas en la Fundación del Milán, añade la citada revista. Fue en 2018 cuando pasó a formar parte de Forza Italia.

En el mes de marzo de 2022, el tres veces ex primer ministro italiano y Marta Fascina celebraron su unión como pareja de manera simbólica en una "no boda", como lo definieron los medios italianos locales. De esta manera, tenía lugar la "fiesta del amor", como lo definió el propio Berlusconi, ante los rumores de una boda legal con Fascina. Así lo decidieron por los problemas de herencia que derivarían de un matrimonio legal, por lo que la pareja se decantó por esta otra celebración simbólica.