Andrea, la hija mayor del que fuera presidente de Telefónica, Juan Villalonga, se ha casado de forma discreta tras vivir una tierna historia de amor con su ahora marido, según desvela Vanitatis. Andrea es hija también de Concha Tallada, la primera mujer de Villalonga, con la que tuvo otros dos hijos varones, y de la que se separó para unirse a la Miss Universo Adriana Abascal en 1998.

Andrea Villalonga, de 39 años, tiene un obrador de repostería saludable, llamado Nicolina, en honor a su hijo de 17 años, Nicolás, nacido de otra pareja anterior. Su hijo solía caminar por los alrededores de su casa a su perro cuando descubrió que otro paseante llevaba un can exactamente igual, de la raza braco de Weimar. Al pararse a conversar sobre esta casualidad, ambos descubrieron que los perros eran hermanos. Tal coincidencia hizo que Nicolás se lo contara a su madre y le animara a conocer al dueño del otro perro, Jaime, con quien ahora felizmente Andrea se ha casado. La pareja de novios posó en una imagen muy simbólica junto a Nicolás y a los perros de ambos, Quinto y Malo, que asistieron en lugar preferente a la ceremonia. Una historia que recuerda a la de 101 dálmatas.

El enlace tuvo lugar en la Antigua Fábrica de Harinas, una villa del siglo XIII situada en Torremocha del Jarama (Madrid), que se alquila para este tipo de actos. Lo que más destacó de la celebración es que, como apasionada de la cocina y especialmente de la repostería que es, fue la propia Andrea quien elaboró la totalidad de los postres de su boda. Un festín de dulces y delicias que puso color y sabor en la mesa.

Andrea tiene dos hermanos de padre y madre, Juan y Jaime. Y otros tres del matrimonio de su padre con Adriana Abascal: Paulina, Diego y Jimena. Villalonga, de 67 años, se divorció también de Abascal en 2009. Y se casó por tercera vez en 2010 con la baronesa alemana Vanessa von Zitzewitz, con la que tiene un hijo, Rodrigo. Se da la circunstancia de que esta fotógrafa es íntima amiga de Corinna Larsen, la examiga del rey Juan Carlos I.