La patronal de empresas de automoción, Anfac, en su Barómetro Global de Electromovilidad, sitúa a Cataluña en la tercera posición de la clasificación de autonomías según el impulso del vehículo eléctrico. La asociación de fabricantes de automóviles otorga a Cataluña una puntuación de 13,2 puntos, por encima de la media estatal, que es de 11 puntos. El barómetro elaborado por Anfac confirma que el incremento registrado es todavía insuficiente para alcanzar la media de impulso de la Unión Europea, UE, que se eleva hasta los 23,8 puntos, más de 10 puntos por encima.
Por lo que respecta a los puntos de recarga eléctrica de vehículos, Cataluña ha obtenido una puntuación de 6,9 puntos, que si bien gana 0,8 puntos respecto al anterior barómetro, Anfac constata que este tipo de infraestructuras "avanza muy lentamente".
Esta cifra aún está lejos de los valores medios europeos, que alcanzan los 10,6 puntos, situándose muy por debajo de países como Francia, que dobla la cifra catalana con 14,6 puntos, y sobre todo está muy lejos de los niveles de Países Bajos, con 62 puntos, o Noruega, con 50,4 puntos.
En cuanto a la penetración del vehículo eléctrico, Cataluña ha alcanzado 19,5 puntos, lo que significa un crecimiento de 7 décimas. En este sentido, Cataluña se posiciona por encima de la media estatal, que es de 17,4 puntos, pero claramente por debajo de los niveles europeos, que con una media de 36,9 puntos, casi dobla la cifra catalana.
Según Anfac, los resultados del barómetro constatan que España y Cataluña se están quedando "en la cola de Europa". Las cifras que arroja el estudio marcan que el impulso a la electromovilidad en España se sitúa en el mismo nivel de desarrollo que Italia, Hungría o la República Checa.
La patronal Anfac advierte de que con los actuales ritmos de crecimiento del parque móvil electrificado y de los puntos de recarga, no se podrán alcanzar los niveles de emisiones fijados para 2030. Los fabricantes de automóviles reclaman políticas públicas como las desplegadas en Portugal, que con "incentivos fiscales" y políticas activas de despliegue de puntos de recarga, han logrado un crecimiento significativo.
Además, también reclama que los puntos de recarga que se instalen tengan la suficiente potencia como para permitir el impulso del coche eléctrico. Algunas de las nuevas instalaciones de recarga no superan los 22kW, cuando Anfac considera que tendrían que ser de 150kW.
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