"Nos esperan muchas sorpresas antes de que se lance la contraofensiva ucraniana. Deben preparar algo", comentaba recientemente un militar en el frente del Este. En las últimas semanas, se venía debatiendo en Ucrania cómo repetir la sorpresiva estrategia seguida para liberar la región de Jarkov, allá por septiembre, cuando todo el mundo esperaba el asalto al sur del país. Y este lunes por la mañana el país despertó con dos noticias: la primera, los bombardeos más intensos sobre Dnipro —aunque sin víctimas— desde que comenzó la invasión del Kremlin; la segunda, el ataque contra la ciudad de Belgorod, situada en Rusia.

 Las redes sociales ucranianas se llenaron con mensajes de que Kiev “empezaba su contraofensiva” donde nadie la esperaba… en territorio ruso. "Ese debe ser el truco esperado", decían los más optimistas. La noticia parecía en principio un bulo de la propaganda rusa, pero en varios canales de Telegram empezaron aparecer vídeos de ataques contra el puesto de control fronterizo del distrito de Gayvoronskyi, en la región de Belgorod. Uno de los vídeos mostraba a un tanque con la bandera de Ucrania pasando por el puesto de control.

Así es la Legión Libertad de Rusia, el grupo de paramilitares ruso contrario a Putin que reivindica la incursión en Belgorod

El gobierno ruso culpó a Kiev. Vyacheslav Gladkov, gobernador de la región, dijo que un "grupo de sabotaje y reconocimiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania" había entrado supuestamente en el territorio del distrito de Hraivoron, y que las Fuerzas Armadas rusas, junto con la Rosgvardia y el FSB, estaban "tomando las medidas necesarias para eliminar al enemigo".

Las fotos más impactantes del ataque sorpresa a Belgorod

Al mismo tiempo, los miembros del Cuerpo Ruso de Voluntarios (RDC) asumían la responsabilidad del ataque y lo refrendó con una imagen de señales de tráfico cerca de los pueblos de Lyubimovka, Bezlyudovka y Churovichi, en las regiones de Briansk y Belgorod de la Federación Rusa; la Legión de la Libertad de Rusia, por su parte, instó a los rusos a  resistirse a la “liberación de la dictadura de Putin” para, más tarde, anunciar la “liberación” de Kozynka, en la región de Belgorod, y el avance hacia la ciudad rusa de Graivoron, en la frontera de Ucrania. Ambas organizaciones son unidades dentro del ejército ucraniano formadas por ciudadanos rusos que durante la invasión de Putin han participado activamente en las batallas más 'intensas'.

Kiev negó su participación directa en los combates. El portavoz de la Inteligencia de Defensa de Ucrania, Andriy Yusov, declaró que la Legión de la Libertad rusa y el RDC estaban llevando a cabo una operación para crear una "franja de seguridad" en la región de Belgorod con el fin de proteger a los civiles ucranianos. Luego hablaron desde la Oficina del Presidente de Ucrania. Myjailo Podolyak, el asesor presidencial, afirmó que Kiev está observando con interés lo que está pasando en Rusia, y añadió que en un país totalitario "es inevitable que surja una guerrilla armada". Pero tanto Podolyak, como el portavoz de la Inteligencia Ucraniana, quisieron subrayar que se trata de un movimiento guerrillero formado por ciudadanos rusos.

Henar de Pedro

La mayoría de ucranianos —que han pasado noche tras noche sin dormir por culpa de los ataques constantes de Rusia en los últimos meses—, se mostraron eufóricos por los acontecimientos y pintaban con cierta sorna imágenes de mapas de Ucrania incluyendo esa 'nueva región'. 

Los expertos militares, por su parte, valoraron que la apertura de una “franja de seguridad” o “una zona desmilitarizada” en la frontera permitiría proteger a Járkov —una de las regiones que ha sufrido los bombardeos rusos más crueles— y lo consideraron uno de los pequeños pasos de la contraofensiva. Otros, con más cautela, prefieren no comentar el ataque en Belgorod y off-the-record admiten que se desconocen las consecuencias militares que tendrá para Ucrania... y cuál sería la reacción de los socios de Zelenski a esta nueva ofensiva en territorio ruso.

Escepticismo entre la población con la Legión rusa

Illia Ponomarev, representante político de la Legión de la Libertad de Rusia, explica a 20minutos que el grupo se fundó al inicio de la invasión por tres vías: un tercio eran voluntarios y prisioneros de guerra que formaban parte del ejército ruso y que, tras  darse cuenta de que les engañaron sobre el motivo de la invasión, se unieron al bando ucraniano; un segundo tercio son rusos que vivían en territorio ucraniano; y el resto activistas políticos críticos con el régimen de Putin. 

La legión no revela la cantidad exacta de sus soldados pero Ponomarev dice que cuentan con cuatro batallones dentro de las Fuerzas Armadas de Ucrania. El representante político de la Legión admite que estas unidades rusas despiertan escepticismo y desconfianza entre algunos ucranianos pero, explica, lo que está sucediendo en Belgorod es importante para la contraofensiva ucraniana (y para el futuro de una Rusia sin Putin) y no serían posible sin la aprobación de las fuerzas armadas ucranianas. 

¿Qué han conseguidos estas dos unidades? Concretamente, entrar en tres pueblos de territorio ruso y provocar la huída de los representantes del gobierno en la zona. La Legión había lanzado antes un llamamiento a los residentes: "Quedaos en casa, no os resistáis y no tengáis miedo: no somos vuestros enemigos. A diferencia de los zombis de Putin, no tocamos a civiles ni los usamos para nuestros fines".

Ponomarev cree que la Legión y el RDC han abierto un nuevo frente que permitirá ampliar la línea de combate y dispersar las tropas de Putin que, de una forma u otra, se verán ahora obligadas a trasladar unidades para frenar la "liberación" de Belgorod. Es lo mismo que pasó con la brigada 74 que combatía en la región de Lugansk. Y facilitará la contraofensiva de las fuerzas ucranianas.